Belén - El cielo oscuro era el reflejo del ambiente que se vivíó en el Proyecto Gol; triste, nostálgico, las gotas de lluvia no se asomaban todavía, pero las lágrimas sí.
Los jugadores fueron saliendo poco a poco, luego de la sensible noticia que les dio Rolando Villalobos. Impactados, esos segundos después del fallecimiento en que todavía no se reacciona, no se sabe que pasó y la esperanza de que haya sido una confusión se mantiene intacta.
“Murió un hermano”, manifestó Esteban Alvarado.
Algunos salieron con la cabeza agachada, el sentimiento de tristeza se unió con la resignación.
“Golpea muchísimo, ha sido impactante, por un momento quedamos en un ‘shock’ pensativo de que quizás no fuera Dennis”, comentó Randall “Chiqui” Brenes con la voz entrecortada y ojos de melancolía.
Óscar Duarte salió trotando, no quería hablar, a él le tocó compartir en zaga con Marshall, mientras que Luis Miguel Valle se detuvo para recordar a quien considera un amigo.
“Una excelente persona, uno siempre lo veía en la cancha entrenando desde muy temprano, al grupo le golpea bastante porque tuvimos una convivencia resiente con él”, reflexionó el volante.
José Salvatierra compartió con Marshall en los cuatro juegos de la Copa Oro y no escondió la tristeza, mientras sentía las “lágrimas” que soltó el cielo y que posiblemente luego de un momento de reflexión también salieron de sus ojos.
“Vivimos buenos momentos, la verdad, era una persona muy agradable”, dijo el defensor.
La reflexión final entre tanta tristeza la hizo Luis Valle: “Ahora está con Dios”, finalizó.