Monteverde.- Leen la Biblia, pero también el Corán y otros libros sagrados y documentos con ideales compartidos... Los cuáqueros son un grupo religioso proveniente de Estados Unidos, cuyo aporte en Monteverde, Puntarenas, se palpa por doquier.
El mes pasado se cumplieron 60 años desde que las primeras doce familias llegaron, atraídas por la noticia de la abolición del ejército como institución.
Según su filosofía, matar a una persona es matar una parte de Dios y por eso aquellos adultos emprendedores de Alabama, opuestos a participar en el servicio militar obligatorio una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1945, comenzaron a buscar nuevos rumbos.
Joe Stuckey, de 61 años y su esposa Jean son cuáqueros con más de 30 años de vivir aquí.
Con ellos hablamos en su casa, en lo alto de una lechería de Monteverde desde donde se observa el golfo de Nicoya y sus islas.
En la sala cuelgan trenzas de cebolla blanca y morada que ellos mismos cultivan, así como una planta con pequeños tomates sembrados en una maceta.
Por principios no desperdician nada y aman la naturaleza.
Jean se encarga de la heladería y tres vecinos les ayudan en las tareas de la lechería, los cultivos y las labores domésticas.
El culto de meditación
Los miércoles y los domingos, grupos que varían entre 20 y 60 personas asisten a sus reuniones del culto en la escuela de la comunidad, denominado “Meeting”.
Está basado en el misticismo y durante una hora los asistentes se sientan en un silencio profundo.
Según los esposos Stukey, la base es cristiana y sus orígenes son de Inglaterra, por el año 1620.
Dicen que cada individuo debe escuchar la voz de Dios y regir su vida según esa voz interna.
De ahí surgen sus principios de pacifismo, señaló Jean.
No hay un dirigente del culto, solo un facilitador que rotan cada dos años. Si espontáneamente algún participante siente que debe comunicar algún mensaje al grupo, lo hace.
Desde el aire vieron un cerro plano
Llegaron por avión; sus pertenencias por barco. Estuvieron primero en San José y Heredia, pero buscaban un lugar alto para protegerse de las enfermedades tropicales.
Promovieron un vuelo de inspección y vieron una especie de cerro plano que les gustó. Luego lo llamaron Monteverde.
Hubert Mendenhall, líder de aquel grupo, decía que emigraron porque en su país hasta el precio de la leche estaba influido por el militarismo.
Por eso pensaron irse a Canadá, pero el frío era muy intenso. México era otra opción, pero una ley impedía a inmigrantes comprar tierras. Estuvieron en Guatemala, pero al final optaron por Costa Rica, dijo Joe.
Una vez aquí, duraron tres meses desde Guacimal a Monteverde, ampliando trochas en un trayecto que hoy dura una hora.
El acceso es por una vía de lastre que no les interesa asfaltar para evitar el turismo masivo.
Fábrica fue uno de sus primeros aportes
A unos tres kilómetros del centro de Santa Elena se encuentra la fábrica de quesos Monteverde, donde se le reciben todos los días 45 mil litros de leche a 230 productores.
De hoy en ocho días cumple 58 años de fundada y desde su creación sigue la línea de los cuáqueros, por lo que ninguno de sus 500 dueños posee más del cinco por ciento de las acciones.
Los finqueros locales llevan la leche en carretas de bueyes, caballos, pequeños camiones y chapulines.
El primer tipo de queso que procesaron fue el Gouda. Actualmente hay unos 20 tipos diferentes, entre ellos el Montino, Cheddar, Ahumado, Parmesano y Edam.
Monteverde abastece de queso el mercado nacional y exporta a Nicaragua.
Solo dos de los cuáqueros fundadores viven todavía. Se trata de Wilford Guindon y Arthur Rockwell. Ellos residen en EE. UU.
Un fuerte impulso a docencia
Llamada escuela “De los Amigos”, pero conocida como la escuela de los cuáqueros, este centro es para su director John Blount un ejemplo de solidaridad.
La hicieron los cuáqueros y ya cumplió 60 años. De sus 113 estudiantes con edades entre los 3 y los 18 años, muy pocos son cuáqueros.
Casi a la mitad de los estudiantes de esta escuela bilingüe reciben beca y un 80 por ciento son costarricenses.
Desde el 19 de mayo iniciaron una campaña en la que piden ayuda en todo el país para las becas a sus estudiantes y becas universitarias a egresados de la zona.
La meta es llegar a $60 mil. Todo está en función del número 60 por ser ese su aniversario, por lo que piden donaciones desde ¢60, ¢600, ¢6.000, ¢60.000 que se depositan en la cuenta 100-01-127-000665-8 del Banco Nacional, antes del 15 de mayo.
El sitio web es www.monteverde60th.org.
Nunca habían visto un carro
Los primeros cuáqueros compraron la finca a la minera de Guacimal y tuvieron que abrir montaña a pico y pala para que los jeeps pudieran llegar a la cima.
Fernando Ugalde era un productor de naranjas en ese tiempo y según Joe Stuckey, antes de morir le contó la anécdota de que corrió despavorido al oír una bulla y ver una máquina con luces echando humo.
Era el primer jeep que llegaba a la zona con las primeras cargas y los primeros inmigrantes.
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