Un hombre, alto y fornido, según las autoridades, armó una tremenda balacera, la madrugada de ayer, luego de compartir con una joven en un conocido centro nocturno capitalino.
El sujeto, a quien la Policía identificó como de apellido Calero, de nacionalidad colombiana, se irritó por razones aún desconocidas y realizó varios disparos, alocadamente, según testigos.
Cinco personas, entre ellas tres mujeres; una rumana, y dos nicaragüenses resultaron heridas. Fueron identificadas como María Dragomir, María Centeno Rugama y Karen Molina Dávila.
Según informes médicos, presentaban heridas en el codo, un dedo y en un glúteo. Las dieron de alta la mañana de ayer.
Los hombres heridos se llaman Ernesto Vílchez Guzmán, de 34 años y Ronald Vásquez Salazar, de 26. El primero recibió dos balazos en la cintura, el otro un balazo en la rodilla derecha y dos proyectiles más en la pierna izquierda.
Hombre fuera de control
Aunque vigilantes privados revisan usualmente a los clientes del centro nocturno Alcasar, esta vez no fueron tan minuciosos y alguien burló los controles.
Esa persona, descrita como “alto y muy fuerte”, se violentó repentinamente y discutió con empleados del local, iniciándose de pronto una balacera.
Debido a su corpulencia, se necesitó de varios hombres para controlarlo, lo que lograron cuando Calero se disparó accidentalmente en un tobillo. Ayer, permanecía a la orden de la Fiscalía acusado de tentativa de homicidio.