Domingo 9 de octubre de 2011, Costa Rica

Luchadora

Erin Brockovich

Patricia Recio

arecio@aldia.co.cr

El nombre de Erin Brock ovich conlleva a acordarse del papel interpretado por Julia Roberts en el 2000 en el filme del mismo nombre, pero pocos conocen la historia verdadera de la mujer que dio pie a esta película.

Erin Brockovich, cuyo nombre real era Erin Patee, tuvo una infancia complicada. A muy corta edad sufrió un abuso sexual y además padecía de dislexia, por lo que enfrentó problemas de aprendizaje.

En su juventud, optó por convertirse en la chica rubia y popular y hasta participó en concursos de belleza.

Ya de adulta, la situación parecía no cambiar mucho, pues a mediados de los 80 ya tenía dos hijos y un complicado matrimonio que acabó en divorcio.

Luego comenzó a trabajar como secretaria de Steven Brockovich con quien luego se casó, para posteriormente divorciarse mientras estaba embarazada de su tercer hijo.

Así desesperada por encontrar un trabajo para sacar adelante a sus hijos, se mudó a California donde empezó a trabajar como telefonista en un despacho de abogados. Fue en ese lugar donde la suerte llegó hasta sus manos, casi de manera accidental.

Es entonces cuando empieza la historia que todos conocemos, luego de que en 1993 descubriera un caso de contaminación ambiental que la hizo ganar a ella y al despacho para el que trabajaba una demanda histórica de $333 millones (más de ¢170 mil millones) que se repartieron entre la comunidad afectada.

Esa hazaña le valió un bono por ¢1.000 millones.

Actualmente, Erin dirige su propia compañía la cual defiende los derechos de los consumidores y nuevamente se ha puesto tras la pista de la empresa a la que le ganó la demanda en el pasado, pues al parecer, hay indicios de que siguen contaminando el subsuelo. ¿Será que habrá secuela?

Complicada

Demanda

Recientemente enfrentó un chantaje por parte de un exnovio, quien la amenazó con contar a los medios que ella tenía a sus hijos abandonados por su trabajo. El hombre fue arrestado.

Historia

Ella vendió su historia por $100 mil (¢50 millones) y la película alcanzó una taquilla de $256 millones (unos ¢130 mil millones). Además le valió a Julia Roberts el Oscar como Mejor Actriz.