Deportes
Domingo 30 de octubre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

Lava platos, dice las cosas sin rodeos y es un esposo chineador

Nery Brenes vive con un objetivo: ser campeón mundial

Erick Carvajal M.

ecarvajal@aldia.co.cr

Hilda Montoya se sorprendió cuando Nery Brenes la interrumpió: “No, yo no me conformó con participar, solo con ganar”. La frase quedó grabada en la mente de la suegra del velocista, estaba frente a un muchacho decidido a conquistar el mundo.

Antenoche, a las 12:20 a.m., llegó al país el único deportista que logró una medalla en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Rompió con su oro una sequía de 20 años.

A su salida, las pocas personas fuera de la terminal aérea, le aplaudieron. Brenes levantó su mano y sonrió. Habló poco con la prensa. Besó a su hijo y se fue en un carro junto a la familia de su esposa.

Montoya ahora ve a su yerno más cerca de lograr ser el número uno del mundo. Antes era una imagen lejana pero conforme el joven fue triunfando, está más cerca.

Nery Antonio Brenes Cárdenas nació el 25 de septiembre de 1985 en el Tony Facio de Limón, en una familia humilde y trabajadora, formada por Maydela Cárdenas y Edison Brenes, ambos de origen nicaragüense.

Sueño caribeño

En el Caribe empezó el sueño del atletismo. Primero derrotando a sus compañeros de escuela, luego compitiendo en el colegio.

Garry Kandler, profesor del Colegio Técnico Profesional de Limón, recordó que estando Brenes en sétimo año le tocó llevarlo junto con otros muchachos a una competencia en Cartago. Brenes fue el que más medallas ganó y quién hizo más amigos.

A Kandler le llamó la atención que, a diferencia de los otros jóvenes limonenses, pasaba metido con las demás delegaciones de otros cantones vacilando.

El 8 de julio del 2002, el velocista consiguió el primer lugar en los 100 metros, 200 metros y 400 metros planos en la categoría juvenil B masculino.

“Con mi triunfo se dio el retorno de mi provincia a los Juegos Nacionales, queremos pelear el primer lugar”, fueron las declaraciones de Brenes dadas a Al Día en aquella oportunidad.

En el colegio limonense a ratos era callado, a veces retraído y otras inquieto.

Gerardo Cambronero, profesor del atleta, tenía que llamarle la atención dos veces por clase.

Cambronero impartía dibujo técnico y aquel muchacho era como, según el profesor, cualquier otro alumno. Dejó de verlo cuando entrenaba en las instalaciones deportivas de Japdeva.

Brenes avanzó tan rápido como sus objetivos. El 22 de enero del 2004 logró el primer lugar en los 100 y 400 metros planos en los Juegos Nacionales de Esparza. En la segunda prueba hizo un tiempo de 49.08. “Me estoy preparando para el Mundial en Italia”, dijo el velocista, quien desde ese momento empezaba a lanzar sus primeros sueños fuera del país.

Campeón mundial

Robert Rodríguez, suegro de Nery, quedó impactado cuando escuchó decir al atleta que iba a ser campeón mundial.

Habla mucho con el atleta, lo ve como un luchador, un hombre que trabaja duro por sus objetivos. “Siempre quiere ser el primero”, comentó Rodríguez.

Osaka en Japón fue su primer campeonato mundial de atletismo en el 2007. De tierras niponas se trajo un cuarto lugar en la primera semifinal de los 400 metros con un tiempo de 45.01.

Brenes pasa de un campeonato mundial a lavar platos en casa de sus suegros. Pese a los triunfos, sigue siendo el mismo muchacho que llegó a “pedir la entrada”, como se hacía antes, de Sasha.

Ese amor nació cuando ella apenas tenía 15 años.

El velocista fue a la tradicional fiesta que se hace a esa edad en calidad de amigo, pero con el tiempo y su característica perseverancia logró que le dieran permiso de ir a “marcar”.

El amor de Sasha y Nery creció a la par del sacrificio del joven por el atletismo. “Muchas veces hicimos planes para ir a la playa, pero él no podía por ir a entrenar ”, dijo Rodríguez.

España recibió a Brenes en el 2008. El Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta en la ciudad de Valencia le dio el cuarto puesto en los 400 metros con un tiempo de 46.65.

Se transforma

“Nery Brenes toca una pista de atletismo y se transforma en otra persona”, aseguró Víctor Cantillo, atleta que corrió contra el limonense y aseguró que le ha ganado en varias ocasiones.

“Si la memoria no me falla, fui el último que le ganó en Costa Rica en el 2007, en la pista del estadio Ecológico (en la UCR, San Pedro) en un torneo abierto”, indicó Cantillo.

Brenes es directo con sus compañeros, no se guarda nada. Cantillo y él hacían equipo en la prueba de relevos 4x400.

“Si tiene que decirle a alguien algo, se lo dice. Una vez lo escuché diciéndole a un compañero que se ‘gallineaba’ cuando le pasaban y que no podía ser así”, dijo.

El compañero de Brenes ve en esas cualidades del velocista un punto a su favor, ya que le dan una fortaleza única en las competencias.

En el Grand Prix Suramericano que se realizó en Medellín, Colombia, Brenes obtuvo el primer lugar en los 400 metros con un tiempo de 45.45.

Orgullo materno

Maydela Cárdenas es quizás la persona que más conoce a Nery. Su madre está orgullosa de todo lo que logrado y conseguido.

“Siempre estoy alegre, aunque gane o no, desde pequeño lo he apoyado”, le dijo a Al Día el viernes pasado.

“En la noche me llamó y me dijo: vio mami, esa era la sorpresa que te quería regalar”, comentó la madre del velocista.

Delroy Duncanson, padrastro de Nery, siempre ha resaltado el gran respeto que le ha tenido y que ha escuchado sus consejos.

El día que obtuvo la medalla de oro en Guadalajara, con un tiempo de 44.65, la casa de Brenes en el barrio Colares Dos hubo una gran fiesta.

Los vecinos llegaron a la casa y el teléfono no paraba de sonar para felicitarlos.

Ronny y Bertha, hermanos de Brenes, también resaltan del atleta su gran cariño por ellos.

Cuando niños, Ronny entrenaba con su hermano, pero luego dejó de hacerlo y Nery continuó compitiendo.

“Estoy demasiado orgullosa de él y fue un regalo para todos”, contó Bertha, de 16 años, el jueves pasado.

Nery Brenes no solo acuña su propio sueño, sino que con su fortaleza hizo que su familia y todo un país sueñen con él.

Habrá que esperar si toda esa fuerza lo convierten en campeón mundial de atletismo.