El resultado: una sesión que muestra las curvas de su estilizado cuerpo centímetro a centímetro y que suma esa sutileza que la distingue. Es decir, solo falta que la publicación venga perfumada.
Pero mejor que sea la misma “Leo” quien nos cuente. (vea galerÃa de fotos)
¿Por qué aceptó salir en la revista SoHo?
Acepté después de tanta negativa en el pasado porque esta edición es muy especial, algo que nunca se ha hecho. Tiene cinco editoriales de fotos, cuatro portadas simultáneas, se trabajó en cinco países distintos, una propuesta internacionalizada que representa mi carrera. Me dejaron ser parte del proceso creativo y eso me dio mucha tranquilidad.
¿Por qué antes no y ahora sí?
Uno puede hacer una foto desnuda y verse elegante y etérea o por el contrario vestida de arriba a abajo y verse vulgar. Nunca percibí la desnudez como tabú. No estoy en contra ni del desnudo ni de la sensualidad. Estoy en contra del exhibicionismo y de la vulgaridad, que es muy diferente.
¿Qué tanta piel mostró?
Hay de todo, desde desnudos hasta fotos más cubierta, pero la constante en todas las imágenes es la elegancia y la clase con la que se maneja la sensualidad.
¿Lo pensó mucho para aceptar la propuesta?
Lo medité muchísimo y sí impuse muchas condiciones que se me respetaron. Me dejaron formar parte de la producción de las editoriales internacionales, escoger el recurso humano, vestuario, locaciones. El equipo de la revista SoHo es muy profesional en general.
¿Había hecho algo tan destapado como esta sesión?
Sí, mi primer calendario llamado “Simbiosis” que salió hace 5 años aquí y en Europa, era una propuesta en blanco y negro de desnudos. No tengo ningún problema en hacer desnudos, a nivel internacional inclusive es un recurso que se utiliza mucho y no se percibe como nada malo o indigno.
Durante la sesión y en esas latitudes, ¿no le dio frío posar con tan poca ropa?
Las modelos estamos acostumbradas a pasar calor, frío, hambre y cansancio, esas cosas vienen con el trabajo, es normal.
La entrevista la realizó el periodista de Telenoticias Marcelo Castro, ¿cómo le fue?
Nunca pensé que tendría esa oportunidad. Admiro mucho su trayectoria y me sentí nerviosa al inicio.
Siempre se ha caracterizado por cuidar su imagen, ¿cómo cuido los detalles?
Fue muy sencillo, el límite entre lo sensual y lo vulgar está en la actitud que tenga la modelo. Eso siempre lo he tenido claro y lo he aplicado a mi carrera durante 13 años y me ha funcionado.
En Tiquicia no faltará la gente que criticará, ¿qué les dice a aquellos que creen que por su trayectoria en modelaje hacer esto es bajar el nivel?
No hay nada que defender. Cuando vean lo especial que es esta edición, la internacionalización, la calidad del producto y la cantidad de fotografías (que no es lo usual en la revista) se darán cuenta del por qué de mi decisión. Yo espero que la revista sea bien recibida y que a la gente le guste mucho nuestra propuesta.
Pero, ¿qué le dice específicamente a quienes vayan a pegar el grito al cielo?
En SoHo han salido mujeres de gran trayectoria y con carreras respetables. La actriz Rocío Carranza a quien admiro mucho, Viviana Calderón, Nancy Dobles. No creo que esto me baje el piso.
¿Cómo reaccionó su familia y en particular su esposo cuando les avisó del trabajo?
Llevo 13 años tomando decisiones de manera racional y muy meditada. Ellos confían y saben que si hago algo, es porque he evaluado el tipo de trabajo que es y el efecto que tendrá en mi imagen. Procuro no tomar decisiones a la ligera.
¿Proyectos en camino?
Por lo pronto estoy atendiendo mis empresas (Vita Fitness y tiendas Tiffi) y esforzándome para que estas crezcan y se multipliquen. Aparte de eso sigo con mi trabajo como modelo en Europa, lo único que dejé completamente fueron las pasarelas.