Internet y AP.- El actor Julio Alemán, quien participó en la primera telenovela mexicana y apareció en más de un centenar de películas interpretando desde héroes de acción hasta vaqueros y villanos, falleció a los 78 años.
Alemán, que luchaba contra un cáncer de pulmón diagnosticado en octubre de 2011, fue internado el lunes en un hospital de la capital mexicana por una infección, confirmó Televisa.
Murió el miércoles en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias a causa de un infarto masivo y sus restos fueron cremados ayer en una funeraria de Félix Cuevas.
La esposa del actor, Esperanza de la Paz, agradeció las muestras de cariño y apoyo, además señaló que los restos del actor permanecieron ayer en una funeraria de Gayosso, en la calle de Sullivan, en la colonia San Rafael.
A la capilla solo pasaron amigos y familiares antes de ser trasladado al Teatro Jorge Negrete y de ahí a su cremación, versión que se mantenía ayer al cierre de edición.
La viuda del artista con quien tuvo cuatro hijos explicó que su deceso fue tranquilo, como él siempre quiso, con el adiós de todos sus hijos, hermanos, nietos y sobrinos. “Tuvimos oportunidad de hablar con él antes de caer en su profundo sueño eterno”, comentó su pareja, indicó el sitio eluniversal.com.mx.
Lloran su despedida
El mundo artístico mexicano lo llora y lo despidió ayer con un homenaje en el Teatro Jorge Negrete y con reconocimientos de la ANDA (Asociación Nacional de Actores).
En las redes sociales se unieron también los artistas para expresar su apoyo a la familia, entre ellos Jaime Camil, Yuri, Lucía Mendez y Galilea Montijo. El actor y ex líder sindical mexicano, nacido en Morelia el 29 de noviembre de 1933, formó parte del elenco de “Senda prohibida”, considerada la primera telenovela mexicana. En dicha producción compartió créditos con la fallecida Silvia Derbez, un ícono de los melodramas.
Como pionero de las novelas sobresalió gracias a su versatilidad, la cual le llevó a interpretar personajes de comedia y villanos, en más de treinta producciones. Se marchó como siempre lo deseó entre el aplauso de quienes hoy lo lloran y a quienes como dijo en vida le dedicó su carrera.
