“Nuestro lema, el amor al trabajo. Nuestro culto, la propia virtud. El ideal acaricia nuestra alma con el suave fulgor de su luz”.
La primera estrofa del centenario himno del Liceo de Costa Rica llena de nostalgia a millares de egresados que recuerdan con cariño su paso por esta institución, en su 125 aniversario.
En Laberinto, un barrio al sur de las callejuelas josefinas del agonizante siglo XlX, el gobierno de Rafael Iglesias se interesó en formar una ciudadela de Policía cuyas casas de corrección, ubicadas unas frente a otras para dividir hombres y mujeres, pasaron a ser, desde 1903, la sede del Liceo.
Esa institución, benemérita de la cultura y la educación, inició labores donde hoy se encuentra la Caja Costarricense de Seguro Social, con escuela y colegio. Luego se convirtió en secundaria y solo admitió varones.
Contribución en todas las áreas
Por las añosas aulas de este centro de enseñanza pasaron figuras connotadas en todos los campos del saber.
Científicos como “Clorito” Picado, expresidentes de la República, como Mario Echandi, León Cortés y Daniel Oduber, economistas como Rodrigo Facio y médicos como Carlos Luis Valverde.
En las letras destaca el poeta Julián Marchena, el escritor Moisés Vincenzi y Alberto Cañas.
Aportes extracurriculares
Desde sus orígenes, el Liceo incluía en su plan de estudio las clases de canto, gimnasia y dibujo.
El actual director, Milton Rojas Méndez, dice que el modelo curricular es único y combina lo científico con lo humanista y el bachillerato internacional.
El deporte, la música y las artes son áreas en las que también sobresale la institución.
El baloncesto es el que más triunfos le ha dado, pero tiene piscina y destacados nadadores. Béisbol, futbol, rugby, ajedrez y atletismo también destacan.
Eduardo Garnier Ugalde fue el máximo impulsor del deporte en los años 20. El destacado atleta Alfredo Cruz, egresado de 1937, fue uno de sus alumnos.
Evaristo Coronado, goleador del fútbol nacional y basquetbolistas como Marlon Charles Goulbourne, Carlos Rigoberto Morris y Jorge Arias Tuk son una muestra del aporte liceísta al deporte.
Contra la dictadura
Los estudiantes han tomado posición en diferentes frentes a lo largo de la historia.
Una de esas ocasiones fue en 1919, antes de que cayera el gobierno que Federico Tinoco tomó a la fuerza en 1917.
Tinoco pretendía que maestros y profesores firmaran una carta de apoyo a su gestión.
El Diario de Costa Rica informó que 400 liceístas desfilaron lanzando vivas a una revolución que fue creciendo y tuvo frutos. Muchos estudiantes terminaron en las Agencias de Policía.
A sus 125 años, el peso de las décadas dañan su infraestructura, pero los ideales son los mismos.
Casa del saber
Docentes de Suiza
Fue fundado el 6 de febrero de 1887 en la administración de Bernardo Soto. Sus primeros educadores fueron los suizos Luis Schönau, William Philliphin y Pablo Biolley.
Visión del Reformador
Mauro Fernández Acuña, reformador de la educación y encargado del Despacho de Instrucción Pública, fue su gestor.
Terremoto de 1910
La planta alta de los dos edificios sufrió severos daños con el sismo que destruyó Cartago en 1910. Al edificio del oeste se le reconstruyeron aulas, el otro quedó de un piso.
Patrimonio
El inmueble, que está en distrito Catedral, al oeste de Plaza González Víquez, es patrimonio arquitectónico, histórico y cultural desde 1981, según decreto 13129-C.
Los “gemelos” de Durini
El arquitectosuizo italiano Lorenzo Durini tuvo a cargo la construcción de dos edificios “gemelos” de ladrillo y hierro.