Para nadie es un secreto que los adolescentes se la pasan con hambre, pues necesitan de mucha energía para dar el “estirón” de niños a adultos.
Y por ello ocupan alimentos con mucho color y cargados de proteínas, carbohidratos, hierro y vitaminas comentó la nutricionista Kathryn von Saalfeld.
Tanto ella como sus colegas María Paz Jiménez y Vivian González coinciden que la comida en esa etapa es fundamental, en especial porque se da un aumento importante de su masa corporal.
“Deben incluir alimentos de todos los grupos para satisfacer las necesidades de crecimiento de tejido muscular y óseo”, destacó González.
Agregó que es indispensable que incluyan lácteos, cereales fortificados, carnes rojas, lentejas y garbanzos. Además de huevos, vegetales y frutas.
Es fundamental que los jóvenes intenten consumir al día un mínimo de cinco frutas y una misma cantidad en vegetales rojos, amarillos y verdes como el brócoli, aconsejó von Saalfeld.
“Deben tener una alta ingesta de calcio consumiendo derivados lácteos bajos en grasa para construir huesos y dientes fuertes al menos unas tres porciones al día”, destacó Jiménez.
Lo ideal es que los adolescentes no se brinquen el desayuno que podría incluir tostadas integrales, huevo con jamón de pavo o bien un batido de frutas con leche, dijo González.
Y en las meriendas de la mañana pueden echar mano del yogurt, una manzana o una galleta de avena mientras que en la tarde cae bien un té con un pan integral con pollo, tomate y lechuga.
Anotado
Reduzca el consumo de grasas saturadas, al bajar las comidas rápidas.
Lleve a su mesa carnes sanas como pollo, pescado, carne roja sin “gorditos” y evitar las frituras.
Evite los embutidos.
No deben saltarse ninguna de las seis comidas, pues puede producirle desmayos o bajones de presión.
Debe dormir de 8 a 10 horas ya que mientras lo hace se activa la hormona de crecimiento.
Sustituya el azúcar por miel o fructuosa.
