Hanna Gabriels posará esta tarde sus ojos color miel con atención y porqué no hasta con cierta ansiedad sobre la básqula, en espera de haber perdido las dos libras de sobre peso que tenía hasta ayer por la tarde.
La tica defiende mañana contra la Dakota Stone su títulomundial de las 154 libras.
Hanna inició ayer un ayuno obligado de 27 horas que, entre otros trastornos, le iba a dificultar el sueño de anoche.
El último alimento que ingirió ayer fue a las 10 a.m. y consistió en una ensalada con un acompañamiento liviano.
La boxeadora no volverá a comer sino hasta hoy, alrededor de las 2 p.m. una vez que haya pasado el pesaje y, suministrado un suero. En caso de que cumpla este requisito ya no tendrá ningún problema para ir a comer.
“Lo prudente es almorzar pasta. Sin embargo, me muero por dos trozos de pizza a base de cuatro quesos”, expresó.
Afirmó estar tranquila y no tan aprensiva como lo estuvo recientemente.
“La intranquilidad de los últimos días obedeció a que las dos últimas semanas siempre son muy estresantes, básicamente por la fuerte carga de los entrenamientos y el control con las comidas. Esto me provocan cambios en mi estado de ánimo”, aclaró.Una vez que pierda las últimas dos libras que me quedan ya todo esto acabó”, expresó la boxeadora.
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