Nacionales
Domingo 29 de enero de 2012, Costa Rica

Editorial

La llegada del iPhone 4S

Redacción Al Día

redaccion@aldia.co.cr

La llegada del iPhone 4S a manos de los consumidores nos retrata, con una de cal y otra de arena, el fenómeno de la apertura en las telecomunicaciones.

Por un lado, qué dicha que se abrió el mercado de las telecomunicaciones.

Qué dicha ver esa frenética competencia entre los operadores ICE, Movistar, Claro y todas las cadenas comercializadoras por lograr el favor del consumidor.

Nos alegra que el usuario tico tenga esa amplia gama de opciones.

Por cierto, todo lo contrario a los presagios de los sindicalistas y demás agoreros, el país no se ha caído en pedazos por dicha apertura. ¡Cuántas mentiras se tejieron en su nombre!

La apertura, claro, ha obligado a un ente estatal, tan apreciado como es el ICE, a ponerse las pilas en el mundo de una competencia por llegarle al consumidor con las ofertas más atractivas, novedosas y accesibles.

Calidad y servicio estarán muy en cuenta, de ahora en adelante, por parte de los operadores, entre ellos el ICE que pregona, en buena hora, servicio y alcance nacional, y, por parte de los clientes, que sabrán distinguir por cuáles opciones inclinarse.

Eso por lo sano que es la competencia empresarial, comercial; como lo es en cualquier entorno de la vida.

Lo que no debería volver a ocurrir es la tremenda incertidumbre que vivieron horas antes los consumidores antes de que el mágico aparato saliera a la calle la noche del jueves.

Hasta avanzada la tarde del jueves no había certeza de que los nuevos celulares fuesen a estar a tiempo en manos de los clientes ya que conocidas regulaciones públicas no se cumplieron con el debido tiempo para homologar los aparatos.

Ese factor de qué ira a pasar tanto para los operadores y, mucho menos para los consumidores, no debería volver a presentarse.

La firma Apple proveedora de los móviles se vio obligada a pedirle al ICE que suspendiera una conferencia de prensa prevista para anunciar el detalle del lanzamiento.

Todo ello nos pareció un imprevisto que debió ser atendido con muchísima antelación.

El requisito de la homologación, a criterio de Carlos Raúl Gutiérrez, presidente de Sutel, es fundamental como garantía para que el cliente sepa que el aparato va a funcionar correctamente en el país.

La regulación impide, además, que el consumidor adquiera teléfonos bloqueados que solo permitan su uso con determinado operador. Eso lo prohíbe, con acierto, nuestra legislación.

Y con dicho requisito se exige una especie de “cédula identidad” que le serviría al operador y al cliente como medio de reconocimiento en caso de extravío o robo, sobre todo tomando en cuenta los tiempos en que andamos, donde la delincuencia tiene en su mira estos aparatos.

Si las partes están claras en esas condiciones regulatorias del país, pues no debería esperarse a último minuto para definir su aplicación.

Así se evitará ese alto e innecesario factor de duda que, de cara a la venta de un producto tan apetecido en ese momento en el mercado, se vivió esta semana.

Superado el escollo, que el consumidor decida a su mejor criterio por cuál operador se inclina. Que lo haga en el marco de esta febril competencia que vive el mundo y el país en el ámbito de las telecomunicaciones.