Las armas con las que los borucas ganaron la batalla a los conquistadores españoles son hoy el más apetecido souvenir que nacionales y extranjeros buscan en Rey Curré y Boruca.
Y es que las máscaras con gestos de ira y rasgos diabólicos fueron el objeto por el que los españoles huyeron de la zona, según cuentan en la comunidad.
Actualmente, artesanos borucas, tanto jóvenes como adultos, diseñan, tallan y pintan máscaras en balsa, madera liviana y fácil de manipular. También usan otros tipos de madera.
Rafael González tiene 51 años y 26 de ser uno de los mascareros más reconocidos de Rey Curré. Él enseña a otros sus habilidades para así conservar el arte en las generaciones venideras.
“En mi imaginación hago los diseños, plasmo gestos de paz y tranquilidad de los indígenas cuando le ganaron a los españoles, pero también de guerra antes de ese triunfo”, explica González.
Además de balsa, trabaja en madero negro, jícara, guayacán real, entre otros tipos. Para tallarlas, usa seguetas, formones, gubias y acrílico para darles aspecto llamativo.
Los borucas no paran de hacer sus “diabluras”