El periplo de Alfred Mills inició en Londres. Ahí tomó un avión con destino al aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York y después compró, por Internet, un tiquete a Miami.
Visitó México, Honduras y Nicaragua, según el registró de su pasaporte, que permanece hoy decomisado.
En ese documento había sellos que constatan su visita a China durante dos meses, al parecer con la intención de llevar un curso de Kung Fu.
Entre lo decomisado a Mills figuran varios discos del rapero estadounidense Eminem, un libro sobre Fidel Castro, un billete de una libra esterlina, un lector de CD, así como pequeñas cantidades de córdobas y lempiras.
También un libro sobre artes marciales llamado “El SAS: Manual de Defensa”, una guía completa de combate sin armas. Portaba otro libro sobre un asesino en serie que atacaba a mujeres jóvenes.
Los borucas no paran de hacer sus “diabluras”