No hay como las palabras correctas en el momento preciso, o sino que lo diga Loretta Quintana, quien pasó de tener un semblante frío y serio en el programa “Combate”, a uno lleno de alegría y ojos resplandecientes.
Y es que la rubia y su compañero de programa y equipo Azul, Carlos Coto, fueron de las últimas víctimas de Cupido, tras la anterior fecha de San Valentín.
Los rumores en pasillos, redes sociales y testigos en el programa hicieron que ambos tortolitos anunciaran su relación en la televisión nacional.
“Estoy muy muy feliz y con muchos cambios a nivel personal, una cosa me ha llevado a otra, ha sido como una cadena”, comentó la rubia quien acaba de terminar las pruebas de grado de su carrera Turismo y está lista para graduarse.
Pese a que ella es menor que Coto, la edad no importa, según cuenta tienen muchas cosas en común, como el gusto por el ceviche; otro aspecto por el que también los molestan en el grupo.
De fiera a tierna
Conocido por todos que Loretta tiene un carácter fuerte, esto no fue impedimento para que Cupido hiciera de las suyas, pero ¿cuál fue el secreto?
“Él es una persona muy dulce, súper respetuoso, es un caballero, creo que a todas las mujeres nos gusta y a veces hace falta escuchar palabras bonitas y eso era lo que necesitaba”, citó.
El amor nació cuando Loretta regresó de una lesión al programa y tomó la capitanía del equipo, en ese momento, Carlos se convirtió en su mano derecha y ahí se comenzaron a conocer.
Las muestras de amor en el programa no se han hecho esperar, la semana anterior la guapa combatiente le cantó en vivo la canción “Algo más” de la Quinta Estación, según ella fue por iniciativa propia.
“Jamás me esperé hacer algo así y quise devolverle el cariño de todos estos días, aunque no soy la cantante profesional, pero lo que importó fue el detalle, él estaba como loco”, recordó entre risas.
Sin miedos y enamorados, así se encuentran Loretta y Coto, quienes pusieron su lado competitivo aparte, para dedicarse tiempo para el amor.
En cuanto a su novio, la rubia comentó que le gusta su sonrisa y su boca, además “de los besos no me quejo”.
