El cantautor Pablo Milanés demostró anoche ante cientos que nació para cantar dejando en cada canción su alma y corazón.
La Sabana se hizo pequeña para acoger a los ticos que desde temprano se dieron cita para escuchar los grandes éxitos del cubano. La tarde fue despediéndose poco a poco y con ella los niños dejaron sus bicicletas y bolas para darle la bienvenida a una noche fría, pero inolvidable para muchos. La espera se hizo larga para algunos, pues desde temprano llegaron para disfrutar del concierto gratuito sobre sábanas, manteles o apostados sobre la tierra.
Los ticos fueron creativos y se prepararon para la velada, pues más de uno preparó la canasta de “picnic” con emparedados, refrescos y hasta la botella de vino.
Calentó el ambiente
A eso de las 5:35 p.m., el cantautor nacional Humberto Vargas rompió el hielo entre los que cercaron la tarima detrás del Museo de Arte Costarricense. En medio de un caluroso aplauso, Vargas, inició su presentación con “Tono sepia” seguido de cinco canciones, entre ellas dos estrenos “Quizás” y “Sería mejor”.
Mientras cantaba, detrás de tarima, el alcalde de San José Johnny Araya , hizo entrega a Milanés del certificado de visitante distinguido de la ciudad de San José.
“Amo a estas ciudades que me quieren igualmente y trataré de seguir siendo fiel en el amor y la amistad”, dijo el cubano.
Y a las 6:20 p.m. hizo su entrada triunfal bien abrigado y ya sobre el escenario desató gritos y la algarabía de sus seguidores.
En su rostro había satisfacción, tomó el micrófono e invitó a sus fans a recordar con él sus éxitos y a pasar una noche maravillosa. Además, prometió hacer un resumen de su música en los años de ausencia por el país.
Con dos vasos de agua a su izquierda empezó bajo la luz de la Luna con “Vengo naciendo”, seguida de “Plegaria”, “Si ella me faltara alguna vez ” y “Nostalgia”. Al cierre de edición, faltaban éxitos como “Yolanda”, pero nadie quiera irse a casa.
Milanés conquistó a sus fans en San José. Imágenes: Neyssa Calvo.
