Domingo 15 de julio de 2012, Costa Rica

Jeffrey Dahmer un psicópata sin escrúpulos

Carnicero

Patricia Recio

arecio@aldia.co.cr

Desde pequeño su actitud no era la de un niño normal. Jeffrey Dahmer nació en 1960 en el hogar de un matrimonio problemático, su papá era investigador químico y su mamá es definida como una mujer neurótica, que vivía con miedo a que la abandonaran, según el portal pasarmiedo.com

Así Dahmer se convirtió en un joven solitario, nunca tuvo amigos, ni relaciones o trabajo.

No pasaría mucho tiempo para que cometiera el primero de los 19 asesinatos. Se trató de un chico al que recogió en la carretera a quien mató en su casa y luego tiró en un barranco.

En su afán por conseguir parejas comenzó a ir a saunas, donde iban homosexuales, ahí drogaba a sus parejas, pues no podía mantener una relación sexual si su compañero estaba despierto.

Su segundo crimen lo cometió un año después cuando mató a un joven negro. Dahmer se despertó al día siguiente encima del chico ensangrentado, pero dijo no recordar nada. Lo que si revivió cuando fue condenado fue como lo sacó del motel en una maleta y lo descuartizó.

Dahmer siguió matando a sus amantes, siempre con el mismo modo de operar, primero coquetaba, ofrecía dinero a cambio de sexo, les daba un somnífero y luego los estrangulaba.

Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos.

En 15 meses mató unos 12 hombres siguiendo el mismo patrón y en esa época comenzó también su afición por la necrofagia, comía en tiras la carne de sus víctimas o mordisqueaba los cuerpos. A todo esto le tomaba fotografías.

Se dice que lo que le causaba atracción era el destino de los restos de sus víctimas y no la forma en la que los mataba.

Jeffrey siguió torturando sus víctimas a quienes incluso les hacía ejercicios de lobotomía, introduciendo un taladro en su cráneo para meterles químicos, casi todos morían de inmediato.

Hasta que un día uno de sus amantes logró escapar de sus garras, el hombre vagaba en shock por la calle según el sitio tejiendoelmundo.com y se topó a la policía, a la que llevó hasta la casa de Dahmer.

Lo que ahí descubrieron se describe como “macabro”, el lugar apestaba, había cuerpos abiertos y descuartizados, en la nevera había una cabeza y varias calaveras. En el armario había partes humanos en estado de descomposición y en otra habitación órganos sexuales masculinos conservados en frascos.

Dahmer fue condenado a quince cadenas perpetuas consecutivas que sumaban unos 900 años pero solo cumplió un par de años ya que el 23 de noviembre de 1994, un preso esquizofrénico le machacó la cabeza acabando con él.