Cartago. La recta final de la preparación para los Juegos Olímpicos de Londres la vivió a 2.200 metros de altura, prácticamente aislado del mundo y estresando a su cuerpo para llegar en un buen nivel.
Entre la montaña, el frío de Llano Grande de Cartago, cultivos de fresas, vacas y un envidiable paisaje, el triatleta costarricense Leonardo Chacón afinó su estrategia para enfrentarse a los “animales” en Londres.
“No hay duda que ellos son unos fuera de serie, son unos animales”, dice el liberiano, refiriéndose a los triatletas que pelearán por los mejores puestos en las justas olímpicas.
Y esta expresión no es una exageración. En el lago del Hyde Park tomarán la salida triatletas que nadan los 1.500 metros en 18 minutos, que pedalean 40 kilómetros en poco más de una hora y corren 10 kilómetros en menos de 30 minutos y en Londres, buscarán hacerlo en un tiempo menor.
Tal es el caso de los hermanos Brownlee, Jonathan y Alistair, británicos favoritos a ganar el triatlón, o el español Javier Gómez, actual campeón de Europa.
Es por eso que las últimas semanas el liberiano se mató en los entrenamientos para intentar mejorar su tiempo en carrera, disciplina donde le sacan diferencia las potencias mundiales.
En la Súper Serie de San Diego, en mayo pasado, terminó en 31:10 los 10 mil metros y en la capital inglesa espera bajarlo unos 25 segundos más.
“Estoy consciente que debo conservarme en el grupo puntero en la natación y ciclismo, y después hacer la mejor carrera de mi vida, hasta que mi cuerpo ya no de. Esa es la única manera para no quedar tan lejos de ellos en la prueba”, señaló.
Diez semanas de frío
El lunes el costarricense finalizó el campamento de 10 semanas en Llano Grande de Cartago.
El objetivo de someterlo a 2.200 metros sobre el nivel del mar es que la falta de oxígeno estrese al cuerpo y como consecuencia se aumente los niveles de glóbulos rojos, encargados de transportar el oxígeno a todas las células del organismo, lo que eleva el rendimiento físico.
Este método obligó a Chacón a dormir a esta altura y entrenar a 1.000 msnm. Tanto el nacional como el estadounidense Manuel Huertas y la ecuatoriana Elizabeth Bravo, también estuvieron en las alturas de Cartago, esperan ver en Londres los resultados del campamento.
No quieren ningún despiste
Pese a que se morían por estar el 7 de agosto en los alrededores del Hyde Park observando el triatlón olímpico con una bandera de Costa Rica, la familia Chacón Corrales desistió de esta idea.
Don Rafael y doña Eugenia, padres del triatleta Leonardo Chacón, tomaron la decisión de no asistir a los Juegos Olímpicos de Londres para no desconcentrar a su hijo.
“Él ya sabe que aunque no estemos físicamente, en espíritu vamos a estar allá y vamos a estar pidiéndole a Dios que lo cuide y le de todo lo que necesita, que sea lo que Dios quiera”, dijo su madre, quien el día de la prueba le pondrá una velita a la Santísima Trinidad.
El tema económico también los puso a pensar. “Es una ciudad muy cara, no vamos a gastar una plata que luego nos puede faltar”, agregó.
“Mi papá me dijo que allá tengo que estar muy concentrado y no puedo estar pendiente de otras cosas, es la competencia más importante de mi vida, entonces hay que hacerlo así”, dijo Chacón, quien viajó hoy a Londres junto a su entrenador, Roberto Solano.
Sin embargo, su mamá no quiso privarse de vivir al lado de Leo los últimos días de preparación en el país. Desde el 29 de junio (día en que Chacón cumplió 28 años) dejó la pampa y se fue a Cartago. “Estoy tranquila porque sé que ha entrenado con el corazón”.
