Ciudad Quesada.- Esposado, custodiado por dos oficiales penitenciarios y sin la oportunidad de abrazar a su esposa, tuvo que despedir el campesino José Luis Arce Zamora a su hija que falleció de cáncer, mientras permanecía descontado nueve meses de prisión de manera injusta.
Arce, de 68 años, fue uno de los nueve campesinos oriundos de Bella Vista, Cutris, que fueron absueltos anteayer por un tribunal penal de San Carlos, luego de que enfrentaron, desde agosto del año 2003, un proceso en el que fueron condenados a 11 años de prisión el año pasado.
Sobre su estancia en la cárcel La Marina de San Carlos, recordó que fue un capítulo que no se lo desea a nadie, en especial porque siempre ha sido un hombre trabajador, de campo y de familia.
“Nunca por mi mente pasó el estar en prisión y mucho menos injustamente. Nada de lo que nos acusaron era cierto. Nunca he manipulado un arma y se dejaron decir que andábamos dos armas en cada brazo”, relató Arce.
Esposado cayó en la realidad
Recordó que al inicio enfrentaron el proceso con total tranquilidad, ya que sabían que no habían cometido algún delito. Debido a que padece desde pequeño de un problema auditivo, en el juicio donde resultó condenado no se enteró de nada, hasta el momento en que fue esposado por el OIJ. Ese día se le había descargado la batería de su audífono derecho.
“Me di cuenta de todo cuando me esposaron. Fue difícil verme en la cárcel al lado de tantos delincuentes. El único consuelo era que todos los campesinos estábamos juntos. En la cárcel me enteré de que mi hija estaba enferma. Un día llegó una psicóloga a decirme que ella había muerto”, recordó en medio de lágrimas y con su voz entrecortada.
Anteayer, contrario a aquella primer vez, si pudo escuchar cuando el juez Mario Pereira explicó que nunca hubo prueba alguna para ligar a los campesinos con los hechos acusados. Escuchó el perdón del fiscal Arturo Figueroa, quien reiteró que los hombres estuvieron injustamente tras las rejas por seis meses primero y luego por tres meses más.
Enar Flores, otro campesino, pudo conocer a su hijo hasta que cumplió un mes, explicó su defensor, Alfonso Ruiz Ugalde. También indicó que el campesino José Didier Huerta, sufrió en prisión el hecho de que su familia perdió su casa por un incendio.
“Para el tribunal quedó acreditado que los 9 señores nunca estuvieron en el lugar y nunca participaron de los hechos”, dijo Ruiz.
Agregó que se demostró la inocencia absoluta de todos y reconoció la objetividad del Ministerio Público en la petitoria final.
También defendieron Henry Vega y Carlos Luis Redondo.