Soy alta, delgada, blanca, muy agraciada. Pero mi esposo siempre ha sido un mujeriego y sospecho que “anda en algo”. Él me dice amarme, pero, ¿cómo me va amar si me es infiel, desprecia mi inteligencia con sus mentiras y me ha tratado muy mal?
Es muy triste cuando los seres humanos nos damos cuenta que hemos sido criados o acostumbrados a hacer cosas para que el otro nos acepte, quiera o valore. Ese dolor emocional, social, moral y hasta espiritual, no lo merece nadie, menos alguien que dice amar. Por eso, usted debe trabajar sobre su autoestima, en los planos de autoconcepto, autoimagen y autoconfianza. Por otro lado debe trabajar psicológicamente la culpa y la idea de tener que dar “la talla”. Una investigación dice que los hombres aman y respetan a las mujeres que les ponen límites (sin maltratarlos, pero siendo firmes), pues a las siempre incondicionales y bondadosas no las ven atractivas. Por eso negocie con él una última oportunidad: o se pone en tratamiento médico y psicológico, para aprender a amarla de verdad o mejor clausuran esta relación ya dañada. Grupo gratis para adictos al sexo, tel. 2229-9205.