Al equipo de River Plate lo detesta, al de sus amores y el que le está peleando el regreso a la primera división argentina Rosario Central, lo ama y está convencido de que le hará honor a su canción “Y dale alegría a mi corazón”.
Sin poses, la leyenda del rock argentino Fito Páez conversó muy ameno desde Buenos Aires con Al Día, previo al recital que ofrecerá este 4 de julio en el Palacio de los Deportes en Heredia.
¿Cómo será este regreso a Costa Rica?
Siempre voy a San José, me queda por conocer más. Me gustaría mucho ir a Limón, esta vez me pegaré unos días por allá o por Manuel Antonio. En Costa Rica di conciertos maravillosos en los últimos años. Uno siempre quiere volver donde te tratan bien.
¿Podría describir al público costarricense?
Habría que preguntarle a un sociólogo (risas). Lo que intento todas las noches en cualquier lugar del mundo, junto a los presentes en ese momento es hacer de esa noche una inolvidable, que se lo lleven para siempre. Es una especie de pacto, un ritual milenario que se construye ahí.
Su último recital fue acústico, ¿qué nos puede adelantar de este que será con banda?
No vamos a contar todo porque, sino, no sería sorpresa. Voy con la gira de celebración de 20 años del disco “El Amor Después del Amor” en su orden original y luego una segunda parte con una lista de temas que varía de ciudad en ciudad, en Santiago hice una lista, en San José haré otra. Nos divertiremos mucho con los éxitos.
¿Dos piezas que son infaltables en su lista?
“Ciudad de pobres corazones” y “Mariposa tecknicolor”.
¿Cómo es Fito en la intimidad de su hogar?
Hago muchas cosas como cualquier hijo de vecino, soy igual que todo el mundo. Me gusta escribir, componer, ir al cine.
¿No le caen encima cuando visita el cine por ejemplo?
No, tengo un lugar donde puedo ir tranquilo por la calle. No soy una estrella estrellada (risas).
Si no fuera cantante, ¿qué le hubiese gustado ser?
Ser astronauta definitivamente. De chico lo soñaba, pero no me dieron bola porque salía muy caro. No había NASA en Buenos Aires, era solo una fantasía (risas).
Un artista de papá
Allá también celebrarán el Día del Padre, ¿está listo?
Ser papá es hermoso, tengo dos chicos. En esto llegas a una edad en la que mandan son tus hijos.
¿Cómo cree que se califica en esa tarea?
Intento ser el mejor padre del mundo. Trato de marcarles los valores en los que creo. También sé que soy infalible, somos humanos. A veces nos hacemos los buenos y no lo terminamos siendo. No quiero ser hipócrita con mis hijos.
Con tanta gira y conciertos, ¿cómo equilibra el tiempo de su carrera y la familia?
Yo creo que sí se puede, tranquilamente. Aquí en Argentina un escritor decía que no quería tener hijos para dedicarse a la literatura, sino tener hijos para escribir sobre ellos, en las dos facetas era brillante. Se puede tener hijos y llevar una vida apasionada.
¿Es de los que le da pena revelar la edad?
No, que va. Tengo mis 49 años. Yo mismo me condené con mi primer álbum, “Del 63”, así que ya sacarán el año en que nací (risas).
¿Se ejercita?
Hago mi gimnasio, mis caminatas pero nada más que eso. Deportes no porque corro el riesgo de quebrarme (risas). Me eliminaría el tiempo o la posibilidad de sentarme a tocar y escribir. Pero me gusta el fútbol y mucho.
¿Aficionado a cuál equipo?
¡A Rosario Central! (dijo en tono que no quepa duda). Estamos relativamente a muy pocos puntos de subir a la Primera A. Y River (Plate, su perseguidor inmediato) ¡que se haga mier...!
¿Qué le falta por hacer con casi 30 años de trayectoria?
Mirá, la música es un lenguaje en que nunca terminás de aprenderlo. Nunca me quedo quieto, hay mucho por aprender musicalmente hablando. Descubrís otras formas. La curiosidad es inagotable, consecuente con lo que uno quiere hacer. Aunque seas de 70 u 80 años todavía no podés saberlo todo.
¿Qué piensa de lo que le ocurrió a su colega Gustavo Cerati, que sigue en coma?
Siento que tuvo mala suerte Gustavo y está allí en ese estado límbico. Todos sus amigos deseamos y queremos que se recupere y vuelva pronto. Que vuelva a estar con nosotros, al lado de su madre, familia e hijos.
¿Qué mensaje le envía al público costarricense previo a su presentación?
Les mandó un gran abrazo y gracias por la calidad de siempre. Vamos a estar allí dando lo mejor de nosotros, voy con toda la banda. Esto es lo que amamos y lo que nos gusta hacer. Tenemos la suerte de conocer lugares lejanos, pero en Costa Rica nos parece estar en casa.
Cara a cara
Los tiquetes para ver al rosarino se consiguen en el sitio publitickets.com, en las tiendas Importadora Monge y en Play Zapote, Paseo Las Flores y Escazú.
Precios: Valen ¢23 mil gradería oeste, ¢37 mil preferencial de pie y ¢50 mil platino Credomatic. Se debe incluir ¢2.500 por cargo por servicio.
Jorge Quesada, vocero de Arceyut Producciones dijo que no se ha definido si habrá telonero. El evento es el 4 de julio a las 8 p.m.
