Puntarenas.- Este hombre lloró desconsoladamente. No era para menos. El barco que consideraba su segundo hogar quedó reducido a escombros debido al incendio que destruyó anteayer otras dos embarcaciones.
“Es una situación muy lamentable. El barco era nuestra vida y daba el sustento a mi familia. Ahora todo cambia”, se lamentó ayer Mario Aguilar Segura, dueño y capitán del barco “Kendi”.
Según dijo, piensa denunciar a la institución que corresponda porque los tres hidrantes del lugar “se quedaron sin agua”, lo que puso en aprietos a los bomberos.
“Nos cobran por el servicio de hidrante, pero no sirven”, se quejó ayer en el muelle donde ardieron los barcos.
El incendio se inició la tarde del martes en una embarcación que estaba varada en El Cocal de Puntarenas, en el muelle Bolaños, a un costado de las instalaciones del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
La embarcación de Aguilar fue reparada meses atrás y estaba lista para zarpar esta semana. Daba empleo a cuatro pescadores.
Su propietario estimó las pérdidas en unos ¢135 millones.
Por su parte Magaly Cascante, dueña de otro barco parcialmente dañado, dijo haber perdido el equipo de navegación y otros artículos valorados en ¢5 millones.
Ardieron los barcos “Eduja” (un camaronero), “Kendi” (que estaba listo para zapar) y “La Chichí”, una embarcación pequeña.
El fuego fue provocado por la chispa de un equipo de soldadura que cayó en restos de diésel.
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