Enviada de ESPN
Como en las fiestas, a algunos les toca bailar con la más fea. Además de las caídas de la primera etapa que afectaron a cuatro corredores, el Movistar es uno de cinco equipos que se queda con solo ocho a bordo en tanto solo seis etapas celebradas.
Desde antier apuntábamos la precaria forma del bielorruso Vasil Kiriyenka quien hoy (ayer) ya no pudo más. Aunque continuó en carrera y terminó la etapa en último lugar, el corte de tiempo fue su verdugo: llegó fuera del límite de la etapa que era de 26 minutos.
Esta baja representa un porcentaje de esfuerzo mayor para los otros ocho porque ya no contarán con el relevo en la carga de trabajo que podía ofrecer Vasil y Andrey Amador tendrá un desgaste proporcionalmente mayor al que ya de por sí su cuerpo está sufriendo por la lesión.
El interés de su equipo –aún cuando sobreviviera una fuga—es la de buscar colocar a José Joaquín Rojas para los embalajes. La diferencia es tan un solo punto de para recuperar el “maillot” verde. Como los dos “esprinters” (el intermedio y el fina) están separados a solo 18 kilómetros. Habrá que guardar toda la carga de las pilas en los primeros 190 metros.
El peor enemigo ahora es la lluvia, porque el cuerpo tiene que hacer el ajuste de temperaturas y las defensas que buscan sanar los golpes pueden minarse si se pesca un resfriado o si se infecta una herida. Y el pronóstico para este viernes es de chubascos. Otra jornada de penurias y de buscar sobrevivir el corte. Con este escenario a veces es difícil poner buena cara.
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