La Copa se quedó sin los dos grandes: Argentina y Brasil para la casa

Diana Vega y Agencias

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Histórico e increíble. Brasil fue el hazmerreír y desperdició cuatro penales entregándole a Paraguay en bandeja de plata el pase a semifinales de Copa América.

Los cariocas necesitan que los uruguayos (quienes anotaron los cinco penales el sábado, ante Argentina) les den una lección de cómo tirarlos.

La “Seleção” salió del torneo por la puerta trasera, con la cabeza abajo, algo que no ocurría desde hace dieciséis años, cuando fueron derrotados por penales en la final de la Copa de Uruguay, en 1995, por 5-3.

“No es preciso hacer un análisis de cuatro penales perdidos. Pero sí había una dificultad bastante grande en el punto del penal, dos de nuestros jugadores tuvieron problemas (Elano y André Santos)”, explicó Menezes.

La falta de recursos para superar a los rivales y cumplir con las expectativas de uno de los pesos pesados del fútbol sudamericano fue más que evidente.

¿Quién fue figura? Neymar, Pato o Robinho... a diferencia de otros años, los brasileños no tenían alma en que persignarse, pero la falta de una estrella ayer también fue incuestionable.

“Nos faltó fútbol, pero no suerte. Pusimos ganas y corrimos con el corazón”, dijo el delantero paraguayo Haedo Valdez.

Y es que Gerardo Martino tampoco mete cuentos: “Brasil debió haber ganado en los 90 minutos. Me quejaba de que nunca en mi vida había tenido suerte... Hoy (ayer) tuve suerte”, insistió el técnico paraguayo.

Tuvieron un ángel guardián

Justo Villar fue el genio y figura de Paraguay. Con atajadas milagrosas y de todos los colores fue determinante para que el juego terminara sin goles.

“Brasil tuvo ocasiones para convertir, pero se encontró con una defensa sólida y nuestro arquero fue figura”, dijo el jugador Lucas Barrios.