Brumosos vencieron dos por cero a River Plate de Uruguay

José Pablo Alfaro

Periodista

Al Día

jose.alfaro@aldia.co.cr

Cartago.-El cronómetro marcaba el minuto 75 de juego cuando salió a calentar, la gente lo pedía, “Matador, Matador”, gritaba la eufórica gradería brumosa.

De pronto Johnny Chaves lo llamó, el delantero aceleró el calentamiento, estaba listo, llegó su momento, Claudio Ciccia entró a la cancha, pisó el césped que lo hizo grande en el 2003. Las palmas, el confeti y los gritos adornaron el estadio José Rafael “Fello” Meza para darle la bienvenida y a la vez el último adiós al “Matador”.

El delantero respondió con unas lágrimas que se “camuflaban” entre la lluvia y con un agradecimiento eterno hacia la afición que lo despidió.

“Muchas gracias, me siento un Cartago más, como esta afición no hay en el mundo”.

Ciccia se despidió como los grandes ante River Plate de Uruguay, el delantero ingresó para darle un poquito de brillo a un juego apagado en lo futbolístico.

Cartaginés venció dos por cero a un plantel charrúa que mostró muy poco o nada en ofensiva.

Yo diría que los brumosos no se mostraron como un equipo arrollador ni mucho menos, pero con lo mínimo les alcanzó para vencer a los uruguayos.

Lo primero que noté de este limitado plantel charrúa, es que no vieron el partido de su selección ante Argentina, porque la palabra “garra” no existió.

José Sánchez abrió la cuenta para los “paperos” y se estrenó en las redes con el equipo blanquiazul. “Ese gol me dio tranquilidad, al principio me silbaron, pero después me gané la confianza de la gente”, explicó.

Mientras, el gol lapidario lo marcó Andrés Lezcano, con un gran cabezazo.

“Ahora que no está Diego País, yo tengo la responsabilidad de anotar”, explicó el atacante.

¿Partido malo? Posiblemente, ¡pero que importa!, los aplausos y el confeti se los llevó Ciccia.