Si la Copa Oro se jugara en “play station”, La Volpe se sentiría feliz como un niño, aunque grande y con bigote, pero como un niño al fin y al cabo, con el control en la mano, sin mayores preocupaciones por hacer conjunto. “¡Por fin! -diría- la disputa está pareja”. Tendría el mismo control que el “Chepo” de la Torre, el técnico de la selección mexicana, se sentaría en el mismo sillón, haría el mismo sombrerito con apretar el botón L2 y dos veces la palanca de la derecha, tendría los mismos jugadores... ¿Los mismos jugadores? No. Eso no.
Eso solo pasa en futbolín y a veces ni ahí, porque de tanto darle algún muñeco termina por aflojarse y alguna barra por doblarse. Con mucho menos razón en los juegos de vídeo. Saborío debería ser bueno cabeceando, pero no tan hábil en el regate como Bryan Ruiz o Cristian Bolaños. La Volpe debería saberlo. De seguro lo sabe. Si no, debería jugar más seguido con sus nietos, como más de una vez ha hecho a placer lleno y control de “play” en mano.
Aún si la Copa Oro se jugara en “play station” los favoritos serían Estados Unidos y México (quizás más el primero por estar en casa), aunque entiendo perfectamente la idea de La Volpe cuando ayer respondió jocosamente a la pregunta de un canal mexicano sobre el duelo La Volpe vs. México. Deber ser la ocasión 999 en que le preguntan por el mismo tema. Él, de buenas pulgas, aseguró que si se tratara de “play station”, donde el juego solo depende de lo que él haga, entonces sí podría responder si está para ganar o no, ante la escuadra azteca.
Ni así el duelo estaría parejo. El “Chepo” tendría al “Chicharito”, a Guardado, a Dos Santos, quienes, ya de por sí buenos jugadores, deben estar un tanto sobrevalorados por los fabricantes de juegos, ante el nada despreciable mercado mexicano. Al menos -¡ahí sí!- con unas cuantas estrategias y la inteligencia artificial del juego, La Volpe podría apostarle al conjunto. En la vida real no puede hacerlo todavía, aunque va en camino. De momento, es mejor que en “play” juegue la “Champions” con el Barça.
