Los cientos de educadores que se lanzaron ayer a las calles ampliaron su objetivo de protesta, pues la trimestralización no fue su único eje de lucha. También elevaron la voz para reclamar mejores condiciones laborales.
En medio de sus consignas, el gremio clamó para que se solucionen los problemas de sobrecarga laboral, nombramientos, salarios, pagos de anualidades, capacitación y carrera profesional.
En un campo pagado que se publicó el lunes y el martes en La Nación, el ministro Leonardo Garnier apuntó: “Creemos importante fomentar el diálogo y la discusión de la propuesta, pero lamentamos que se llame a huelga utilizando argumentos que no guardan relación alguna con dicha propuesta”.
La presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Mélida Cedeño, manifestó que el reordenamiento de las vacaciones no va a solucionar la fatiga física que aqueja a los docentes.
La dirigente argumentó que requieren más de un mes de vacaciones debido a que cumplen una función muy desgastante, que empeoró con la imposición de los 200 días de curso lectivo.
“Ni el sistema actual ni la propuesta resuelven los problemas de la educación. Desde el año 97, cuando se nos impusieron los 200 días lectivos, hemos demostrado que la calendarización está mal”, indicó el presidente de la Asociación Nacional de Educadores, Alexander Ovares.
Por su parte, Cedeño aseguró que le habían planteado a Garnier sus quejas, por lo que esperaban una solución integral y no una “improvisación”.
Además, censuró que el ministro gastara recursos promocionando su reforma, mientras continúan los problemas de hacinamiento en las aulas.
Sin acuerdo
A su llegada a Casa Presidencial, los líderes magisteriales se reunieron, con Garnier y los viceministros Silvia Víquez y Mario Mora.
Sin embargo, tanto Ovares como Cedeño manifestaron insatisfacción por los resultados alcanzados luego de más de dos horas de discusión.
“Las organizaciones gremiales, y yo lo lamento, la posición que trajeron es que no tenían ninguna propuesta y que no están dispuestos a trabajar en una propuesta alternativa”, comentó Garnier.
Según comentó el jerarca, los educadores pretendían que se “enterrarra” el plan.
El ministro dijo que analizará cómo responder a las organizaciones gremiales, pues requiere de su apoyo. Además, en julio discutirán los demás problemas.
Colaboró: Jairo Villegas.
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