Desde primeras horas de la mañana, en los alrededores de La Sabana se sentía el ambiente de fiesta y emoción de los aficionados, quienes llegaron vestidos con los colores patrios al nuevo coloso, que ayer lució sus mejores galas.
Un radiante sol y miles de costarricenses fueron testigos de uno de los días más importantes del deporte: la inauguración del nuevo Estadio Nacional.
En bus, tren y automóviles, 35.021 ticos y otros tantos curiosos que no tuvieron la oportunidad de comprar entradas para el encuentro ante la Selección de China, se aproximaron a las cercanías del reducto para ser parte de la fiesta.
Cerca del mediodía la emoción y el bullicio fue creciendo entre la multitud, quienes en coro comenzaron a cantar a todo galillo el clásico: “oe oe oe ticos, ticos”.
Comparsas, pasacalles y mascaradas fueron las actividades que entretuvieron a los pacientes aficionados, quienes se vieron obligados a recurrir al agua y otros refrescos, para saciar la sed que provocó el abrasante y sofocante sol que brillaba con su máximo poder sobre el pulmón de San José.
Las puertas de “La joya” se abrieron cerca de las 3 p.m. y de forma ordenada, como fue la constante a lo largo del día, la afición comenzó a hacer su ingreso, para vivir y ser parte de una celebración que quedará grabada con letras doradas, en los recuerdos y memorias de la afición costarricense.
PELOTAZOS
Comparsas.Varios grupos hicieron vibrar y cantar a los aficionados en la entrada principal del estadio, mientras esperaban pacientes para entrar al estadio.Comidas.Con tal de “matar” el tiempo, algunas familias llevaron bocadillos y comidas, que disfrutaron en las explanadas de La Sabana y así compartir entre ellos.Revendedores.No pueden faltar a los partidos y para variar, ayer se hicieron presentes a la inauguración del Estadio Nacional, para comprar o vender las entradas que sobraran.Orden.Reinó durante todo el día entre la afición que se comportó a la altura del evento. Muchos esperaron pacientes y en fila, mientras se abrían las puertas del escenario.Publicidad.Muchas empresas aprovecharon la ocasión para hacerse publicidad a base de entrega de artículos, o actividades con payasos o mimos en las afueras del estadio.