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Domingo 29 de mayo de 2011, San José, Costa Rica

Perros de unidades caninas

Estos héroes caminan sobre cuatro patas

Angie López Arias

angie.lopez@aldia.co.cr

Kina comenzó su jornada laboral el pasado lunes 17 de mayo con una exhaustiva y minuciosa búsqueda de explosivos en varios hospitales josefinos, luego de una serie de amenazas de bomba.

La labor fue agotadora, pero gracias a la experiencia, su desarrollado sentido del olfato y su afilado “colmillo”, esta agente policial descartó la presencia de este tipo de artefactos.

Ella es experta en el hallazgo de explosivos, pero no es humana; es una perrita de tres años y medio que forma parte de la Unidad Canina de la Fuerza Pública.

El olfato de los perros los convierte en excelentes policías y rescatistas; poseen más de 200 millones de células olfativas contra las 5 millones de los humanos.

Sumado a ello, el apoyo de los guías, que también se entrenan arduamente, es fundamental.

La relación entre los dos debe ser muy estrecha, pues no pueden ser tratados como mascotas.

Policías con méritos

El grupo canino de la Fuerza Pública es el más antiguo del país, creado en los 80, pero de manera formal hasta en 1994.

Está conformada por 37 canes especialistas en explosivos, drogas y rastreo de personas, explicó el oficial Mario Calderón.

Los que buscan droga son el “terror” de los narcotraficantes en aeropuertos, fronteras y cárceles porque no pasan por alto la mínima cantidad de psicotrópico, aun cuando esté oculta.

En 2010 la unidad participó en el decomiso de 1.582 kilos de cocaína, un cargamento de 2.930 kilos de marihuana, más de $3 millones y tres kilos de heroína.

Lo que hallan puede convertirse en una prueba técnica que sirve para juzgar a traficantes.

En el país también trabaja la Unidad Canina del OIJ, Justicia y Policía Municipal de San José.

El entrenamiento se basa en el juego, pero difiere para cada especialidad. Se introducen olores de compuestos químicos similares a droga y explosivos, por lo que es un mito que se vuelven adictos, aseveró Freddy Guillén.

Rescatistas ejemplares

Los perros de rescate son verdaderos héroes porque arriesgan sus vidas en sitios peligrosos, pero sobre todo inaccesibles para los rescatistas humanos.

Las unidades caninas de rescate y búsqueda en el país son la K-Sar de la Cruz Roja y Arcón, del Cuerpo de Bomberos.

Ambos grupos trabajan para rescatar a personas vivas, sepultadas bajo escombros de estructuras colapsadas por terremoto o falla estructural, entre otros.

Wagner Leiva, jefe de la unidad K-Sar, indicó que cuentan con ocho perros que se entrenan para encontrar víctimas invisibles e inaccesibles al ojo humano.

Aunque se basan en el juego, el método de trabajo es distinto. En Arcón, el perro tiene autonomía sobre la búsqueda, no así en K-Sar, pues el can recibe órdenes de su guía constantemente.

En los dos casos, el perro ladra cuando encuentra una víctima.

En la unidad de los bomberos, Jack y Tommy están certificados para trabajar también fuera del país. Jack viajó para ayudar luego del terremoto de Haití.

Los perros de rescate disminuyen los tiempos de hallazgo.

“En tres minutos un perro puede localizar sobrevivientes en un área de cinco mil metros cuadrados. Si no lo tuviéramos, cuántos hombres, días y maquinaria requeriríamos”, se pregunta Paris Arias, jefe de la Unidad Canina Arcón.