Dos infartos en abril de 2008, luego de concluir un partido de baloncesto, no fueron suficientes para vencer las ganas de vivir de Ricardo Toledo, exdiputado de 53 años.
Varias situaciones ocurridas llevaron a Toledo a un estado de estrés severo que, según él, fue lo que lo mantuvo al borde de la muerte.
Y es que 15 días antes de esos eventos cardíacos, se efectuó exámenes que descartaron presencia de colesterol malo, hipertensión o altos niveles de triglicéridos.
“Los infartos no me dieron por colesterol alto, hipertensión o fumar. Me ocurrieron por estrés. Este factor casi me mata”, aseveró.
Desde ese momento, la vida de Toledo cambió, pues más que decidir hacer ejercicio o comer bien, optó también por eliminar la tensión de su vida.
“Las cosas que yo creí que no eran importantes ahora lo son y las cosas que para mí eran importantes, ahora no lo son. Si Dios me tiene aquí es por algo y tengo que agradecerle” dijo el político.
“Yo le pido a la gente que no fume, que camine por lo menos un ratito y que no coma mal, pero sobre todo, que cambie la manera de ver la vida”, afirmó.
Luego de lo sucedido, Toledo no ha sufrido recaída y se mantiene en control médico anual. “Ahora me siento mejor que antes de los infartos”, afirmó.
Ticos tienen cada vez su corazón más enfermo
Ladrones hieren a oficial en asalto a pizzería
Asaltante murió tras balacera con policías
Vandalismo local estaría tras incendio
Salud de la presidenta mejora tras cirugía
Retadoras del tiempo y con más bríos
Desalojan avión por falla mecánica