Deportes
Sábado 17 de septiembre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

Grandes broncas en nuestro país

Lo que le faltaba al fútbol nacional ¡MICHE! ¡MICHE!

Franklin Arroyo González

farroyo@aldia.co.cr

La bronca del sábado pasado entre Jonathan McDonald, de Alajuelense y José Barbosa, del Herediano, no es algo inédito en el fútbol nacional.

Son muchas las peleas que se han dado en nuestras canchas, que involucran a jugadores, árbitros y aficionados.

El sábado, esos dos jugadores armaron una pelea que calentó el ambiente, aunque solo ellos se fueron a los golpes y Elías Palma, quien pateó a Barbosa cuando estaba en suelo.

Resultado: 13 partidos de sanción para los dos primeros y diez para Palma.

Javier Rojas, periodista y comentarista, expresó que la del sábado fue una pelea seria, pero no la peor.

“Hubo un clásico en los setentas que hasta al árbitro le pegaron patadas. Francisco “Chico” Hernández fue castigado por más de un año. Es un ejemplo claro de que han habido otras”, expresó.

Se refiere al clásico del 7 de octubre de 1979. Hubo un penal a favor de los manudos, a falta de 30 segundos, y el portero morado Nery De Souza, atajó el remate, pero se movió antes.

El juez central, Carlos Manuel Álvarez, ordenó la repetición.

“Allí se armó la de ‘San Quintín’. Ya en el primer tiempo también hubo que repetir un penal. Se armó una trifulca del carajo. No se podía continuar, pero la bronca fue diferente porque en esa todos querían pegarle al árbitro”, recuerda Álvarez.

“Para mí, tres me agredieron, Álvaro “Yaco” Sánchez, Francisco “Chico” Hernández y Edwin Barley, se fueron expulsados y les metieron un año”, dijo.

¿Qué lleva a un jugador a reaccionar de esa forma?

Hernán Morales, comentarista de Repretel, dice que los malos arbitrajes, la lucha por los puntos y el mismo ambiente inciden.

“La frustración, los roces, los antecedentes son factores que ayudan a eso. Por ejemplo, se dan juegos de mucha tensión y roce entre Heredia y Alajuela y no ha pasado mucho tiempo para olvidar. El arbitraje también puede incidir, pero no fue el caso”, dijo.

Bronqueros

José Luis “el Rápido” Ortíz, periodista y exnarrador, dijo que siempre se han dado casos de violencia, pero con más repercusión hoy. “Hay jugadores que se especializan por esa actitudes violentas, pero lo del sábado lo están magnificando. No es ni más ni menos que otras”, dijo.

Por ejemplo, al limonense Kenny Mitchell lo sancionaron el torneo pasado con trece juegos por lanzar una silla a un rival.

Se dio en el juego entre Limón y Cartaginés, el domingo 27 de marzo de este año.

Empezó cuando Kurt Bernard y Eduardo Valverde se fueron a los puños, por acusaciones racistas. “La FIFA debe olvidarse del timo del no al racismo, porque es peor, negros insultan a blancos y los blancos a los negros”.

El 24 de abril del 2005, el portero de Puntarenas, Kevin Stewart, agredió a dos jugadores de Saprissa: Fausto y Rónald González, en el estadio morado.

Hasta el exseleccionador nacional, Ricardo La Volpe, se vio envuelto en una bronca en nuestro país, cuando nos visitó con el equipo argentino Banfield, en la década de los setentas, al cual hoy dirige.

“Cuando ya todos iban a los vestuarios, hubo un pleito entre un policía y un jugador de mi equipo. Yo fui ahí... el caso es que luego la Policía nos mandó para el hotel y de ahí rapidito al aeropuerto”, recordó en el 2005.

Al de negro

Son muchos los casos donde las broncas inician por protestas ante fallos arbitrales y las víctimas son los árbitros.

La más recordada fue la del 2003, en contra de Henry Bejarano, en un juego entre Alajuelense y Cartaginés.

El brumoso Sandro Alfaro empujó y botó al silbatero y eso desencadenó en una gran bronca.

Cinco jugadores del Cartaginés fueron expulsados.

En la temporada 94-95, los alajuelenses Washington Hernández y Ronald Marín fueron castigados por agredir al silbatero Ramón Luis Méndez. A Marín le impusieron 16 fechas.

Otro caso fue el del arquero manudo, José Alexis Rojas, castigado con 10 juegos en 1997 por agredir al árbitro Carlos Vargas.

En marzo del 2006, el uruguayo del Santos, Edgar Martínez, recibió 23 partidos de sanción, por una aparente agresión al árbitro Randall Poveda.

Javier Rojas también recordó, en los cincuentas, un episodio donde un jugador insultó al árbitro “Paco” Muñoz y éste le dijo. “No lo voy a expulsar porque te vas para la casa. Te voy a dejar en el campo y nos vemos al final”.

En efecto, al final del juego se armó el pleito y el señor árbitro fue el ganador.