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Miércoles 28 de septiembre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

El frío no fue freno para Marco Ureña en Rusia, pero el idioma lo hizo pasar más de una experiencia curiosa

Ruso le quema las pestañas a Ureña

Esteban Valverde

esteban.valverde@aldia.co.cr

“He roboprt ha pycckom rebike”, fue la primera frase que aprendió a decir el jugador nacional Marco Ureña en Rusia, hace seis meses cuando se fue al Kuban Krasnodar de ese país. Significa: no hablo ruso.

Le tuvo respeto al frío, a la comida, y hasta a la vida social, pero nunca pensó que se adaptaría tan fácil a esos elementos y que el idioma se convertiría en su primera defensiva por superar, según lo confirmó el jugador en entrevista exclusiva con Al Día.

“Las primeras semanas fuimos a un restaurante, y para entendernos, la mesera nos hacía los ruidos de los animales, nos hizo la mímica, todo para saber qué carne queríamos, luego comimos y salió el dueño del restaurante para saludarnos en español. Fue algo muy divertido”, comenta entre risas el ariete nacional.

Ahora Marco y su novia, Ana Paula Aguilar, llevan clases del idioma, ya que aseguran que el inglés no sirve de nada. “Es un idioma difícil en todos los aspectos. Es un alfabeto diferente, hemos aprendido bastante”, cuenta.

En cuanto a la ciudad, Marco vive en la segunda localidad más importante de Krasnodar, en una torre habitacional, como el 98% de los habitantes de Rusia.

“Yo acá manejo, aunque hay costumbres diferentes. Aquí el peatón tiene la prioridad. Acá ponen el direccional y se meten, no le piden permiso a uno, por lo que hay que andar con mucho cuidado”, valora el delantero.

Impresionado por el Mar Negro, y una ciudad histórica como Moscú, el exmundialista de Egipto 2009 añade que está feliz allá y es poco lo que extraña de Costa Rica.

“Acá hay muchos lugares de turismo, hay playa, zoológicos, museos. Es un lugar cómodo para vivir. Yo acá me he sentido muy bien, me hacen falta mi familia y la de mi novia, pero sé que mi profesión es esta y hay que afrontar lo que venga“, dice.

¿Y el frío?

El oriundo de Acosta llegó a Rusia en marzo, cuando estaba terminando el invierno ruso, considerado uno de los más fuertes del mundo, por lo que su vestimenta cambió.

“El primer día que llegué estaba a -10°C. Eso duró como dos meses, después ha sido un clima caliente y la verdad está bastante agradable y cálido“, califica.

Ureña agrega que este paso en su carrera futbolística lo ha llevado a realizarse como persona, además de en el aspecto deportivo.

La verdad, ha sido una linda experiencia venir acá, explorar cómo es Rusia. Tenía otra perspectiva de cómo era, pero me sorprendió poder estar tan bien, ya que la gente tal vez lo mal informa a uno. La he pasado muy bien”, concluye.

El club

El Kuban Krasnodar como tal, es una escuadra recién ascendida a la Liga Premier rusa, pero que está dando la sorpresa, ya que ocupa la segunda posición del torneo.

“Cuando me contrataron me dijeron que el equipo se enfocó en invertir para hacer buenas contrataciones para mantenerse en la primera, esas han resultado, y eso habla bien del comienzo”, analiza Marco.

Sobre lo competitivo que se ha vuelto el campeonato ruso, el futbolista tico destaca que es una liga en crecimiento, lo que se demuestra con la llegada de figuras como Samuel Eto’o.

“Está apetecida, es muy importante lo que hacen ellos (los rusos), lo que tratan de hacer es aumentar el nivel de fútbol para hacerlo de buena manera en el Mundial de 2018, el cual van a organizar”, dijo.

El goleador de la Selección Nacional en la era La Volpe (siete goles), manifiesta que Rusia era el paso que debía de tomar para continuar con su crecimiento, ya que quedarse en el país y salir con más edad retrasa el desarrollo.