Aguirre y Parrita.- Los niños de 12 escuelas diferentes, ubicadas a lo largo de la carretera Costanera sur, exponen todos los días su vida al asistir a clases.
Ellos deben cruzar la calle o caminar a la orilla de una carretera en la que los conductores fácilmente alcanzan los 100 kilómetros por hora.
El viernes 20 de abril, una niña que venía con su padre en moto fue embestida en el momento en que iban a entrar a la escuela de barrio Los Ángeles (Parrita), dentro de la zona escolar. La pequeña falleció.
Yesenia Mesén, madre de familia de la escuela, comentó que el “pick-up” venía rápido.
“Si el chofer del carro hubiera venido más despacio, talvez le hubiera dado tiempo de esquivarlos”, comentó.
Preocupación
Xinia Ávila, directora de la escuela El Roncador, en Aguirre, expresó su desvelo.
“Los carros pasan como bólidos. Esta vez fue una niña de la escuela de barrio Los Ángeles; mañana puede se uno de los 84 alumnos de mi escuela”, expresó.
La misma preocupación tiene José Antonio Alvarado, director de la escuela del pueblo de Llorona, en Aguirre.
“Haciendo un recuento, hay unas 12 escuelas a la orilla de la carretera, sin contar el colegio de Matapalo, donde ya se había registrado un colegial muerto por atropello el año pasado”, dijo.
Nolkil Gil, de la Policía de Tránsito, comentó que tanto en Parrita como Quepos la carretera tiene rectas pronunciadas. “Algunas escuelas no tienen señalización. Es muy difícil custodiarlas a todas”, advirtió.
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