Decir que un atleta que logró clasificarse para unos Juegos Olímpicos es un fracasado, es más que una injusticia.
Quizás nuestro atletas en los justas de Londres 2012, no han brillado lo que los costarricenses esperábamos, no han tenido una destacada actuación más allá de la muestra de coraje del triatleta Leonardo Chacón, o bien el puesto 35 del pedalista Andrey Amador en la competencia de ruta en ciclismo.
Sin conocer los resultados del maratonista, César Lizano, o bien el ciclista Paolo Montoya en el ciclismo de montaña, es claro que los miembros del Equipo Olímpico de Costa Rica en muchos casos no han - ni siquiera - mejorado sus marcas. Pero decir que su actuación es un fiasco está muy lejos de la realidad de nuestra sociedad costarricense.
Chacón, Amador y el caso de Nery Brenes, son los únicos atletas profesionales que viven del deporte en nuestro país.
Además, Leo tiene un banco privado que le brinda el respaldo para sus participaciones en las Súper Series de trialón a nivel internacional, y Amador, quien corre para el Movistar Team de España, y corre con todos sus gastos.
Nery es un caso especial, pero no dejó de ser la gran desilusión, merced a una lesión en su tobillo izquierdo, de la cual se conoció pocas horas antes de su participación en las eliminatorias de los 400 metros planos.
Acá sin duda el manejo de la información quedó debiendo, no fue el adecuado y todos los costarricenses nos llevamos un balde de agua fría con la descalificación de Brenes.
Nery quizás falló en esta oportunidad, pero hace menos de cinco meses se proclamó campeón del mundo bajo techo en los 400 metros en Estambul, Turquía, dejando claro que la calidad le sobra y lo de Londres, fue solo un tropiezo en su laureada carrera deportiva.
En los últimos meses el Comité Olímpico, así como el Gobierno han invertido en estos atletas, colaborando en su etapa de fogueo y preparación, pero aún así el dinero destinado para ellos no ha sido el suficiente para tener un mejor desempeño.
Guatemala en los últimos años invirtió hasta tres veces más en sus atletas y hoy con la medalla de plata, de Erick Larrondo en los 20 km marcha, demuestra que es necesaria la inversión tanto del Estado como de la empresa privada, para que el deporte de alto rendimiento den los resultados.
Hoy nos rasgamos las vestiduras, pero lo que nos debe quedar claro es que que si no se mejora la preparación de los deportistas en general, y no hay un cambio de actitud, es imposible tener mejores resultados.
Kuwait y Arabia Saudita con todos sus “petrodólares” solo tienen una presea de bronce en las justas. Nosotros tenemos el talento como se ha demostrado, pero no el dinero y así no se llegará a ningún lado.