Vivir Hoy
Martes 31 de enero de 2012, Costa Rica

Corazón partío

Amo a un extraño

Karina Picado, psicopedagoga

karinavidasana@gmail.com

Conocí un consejero internacional que fue muy bueno conmigo como amigo. Luego él volvió a su país y me di cuenta de que me enamoré de él. Lo contacté por Internet y comenzamos una relación amorosa. Quiero llevarme a mis hijos para estar con él, aunque casi no lo conozco.

Debe tener extremo cuidado porque las relaciones de lejos o por Internet aguantan todo lo que el papel les permita. Lo que quiero decir es que ustedes han interactuado en un nivel de fantasía vs realidad, donde ambos se estimulan y se excitan con palabras, versos, canciones y sacan a la luz una imagen idealista de sí mismos. Pero la realidad es que internamente no se conocen, ni saben los antecedentes de esa persona o cómo reacciona ante los problemas y momentos difíciles. Creo que es muy aventurado irse e incluso involucrar a sus hijos con un extraño. Ya sólo el cambiar de país sería un duelo para ellos y hay que contemplarlo. Usted podría irse 15 días a convivir para conocerse más, pero siempre tomando en cuenta, que no es una garantía.

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Desde hace siete meses que discutí con mi papá porque él habló mal de mi injustamente a un vecino. No debió hacer eso nunca, es algo que me ha dolido demasiado y creo que no merezco. No sé si será orgullo pero no sé cómo acercarme.

Algo que debemos aprender los seres humanos son dos cosas: solucionar los conflictos rápidamente, pues entre más tiempo pase sin resolver se hacen más profundas las heridas y el distanciamiento. Y que todo en esta vida tiene solución excepto la muerte si se proponen arreglar los asuntos sin pretender demostrar que alguno tiene la razón absoluta o sin imponer caprichos donde se abuse del otro. Lo que debe hacer es no pensarlo mucho, no concentrarse en el dolor sino en que usted va a sanar si decide perdonar a su padre. No espere que nazca el hacerlo, sólo diga ¡ya! Luego busque a su padre.