NEW JERSEY/EFE. Familiares y amigos de Whitney Houston la despidieron ayer en la iglesia baptista de New Hope, en su estado natal de Nueva Jersey, entre canciones religiosas, fuertes emociones, aplausos y algunas sonrisas, pero sobre todo recordando su generosidad y talento.
El cantante de gospel y reverendo Marvin Winans comenzó su discurso panegírico pidiendo a Cissy Houston, la madre de la fallecida cantante, que se acercara junto a él para homenajear a “Nippy”, como en casa llamaban a la intérprete.
Sus restos mortales llegaron al templo en un féretro dorado, cubierto de flores, y escoltado por la policía, seguido por su madre y su hija Bobbi Kristina para ser colocado frente a un austero altar en el que solo había tres cruces.
“Estamos aquí para llorar una pérdida y celebrar una vida ” , dijo el alcalde de Newark, Corey Booker, al comenzar los oficios, al tiempo que recordó a Houston “como uno de nuestros ángeles”.
El actor Kevin Costner, habló del valor de la artista cuando se enfrentó a su primer papel estelar en “The Bodyguard” (1992) que ambos protagonizaron.
Emocionado, Costner dijo a los asistentes que ambos tenían muchas cosas en común, entre ellas “ haber crecido cerca de una iglesia baptista ” , al tiempo que recordó que cuando le pidió que protagonizara con él esa película, tuvo dudas y se preguntó, “si no debería de pensar en otra cantante ”.
El funeral, que duró casi cuatro horas y en el que cada invitado fue presentado por su tía, la también cantante Dionne Warwick.
Uno de ellos, el cantante y actor Tyler Perry se dirigió a Cissy Houston para decirle que su hija “tenía la gracia que le acompañaba desde el cielo y que la llevó hasta lo más alto ”.
Las potentes voces de algunas de las celebridades asistentes como Stevie Wonder, Alicia Keys, BeBe Winans, R. Kelly y Kim Burrell, la mejor amiga de la desaparecida artista, llenaron la iglesia de New Hope, ubicada en un deteriorado suburbio de Newark, como también lo hizo su coro, al que la artista perteneció cuando era niña y que se vistió de blanco para honrar su memoria.
Patricia Houston, la cuñada de la artista y durante algunos años su representante artística, pasó de puntillas por los problemas de la cantante y señaló que “tuvo una vida que fue malentendida por mucha gente”.
El único incidente del servicio religioso lo protagonizó Brown, quien finalmente fue invitado por la familia Houston, pero que apenas permaneció unos minutos en el templo, del que al parecer se fue enfadado porque no le colocaron cerca de las personas con las que quería estar.
La voz de la artista y la canción “ I will always love you ”, sonó al término de la ceremonia.