Alamar Rolando Urbina Espizona, de 30 años, murió ayer en el Honda Civic que compró 15 días antes. Lo adquirió para ayudarse en los negocios.
Era el cuarto de cinco hermanos. Nació en San José y se fue a vivir a Santa Cruz, donde tenía negocios relacionados con fincas dijo su hermano Róger Hernández. “Era muy serio, reservado y colaborador. Era como mi Superman” dijo entre sollozos.
Anduvo 29 metros fuera de la vía
El oficial de Tránsito que atendió el accidente, Didier Gutiérrez, narró que fue a las 4:45 a.m. en el cruce entre San Juan y Agua Fría de Santa Cruz, Guanacaste.
El carro iba por la ruta que une Nicoya con Santa Cruz sobre la carretera principal que estaba seca, pues no había llovido.
Urbina viajaba solo. En el lugar el Honda dejó las huellas en un trillo de 29 metros, desde donde salió de la vía hasta donde chocó contra unos árboles de teca.
El carro tenía todos los documentos al día. Se investiga si el conductor tenía licencia. Se presume que el sueño o el exceso de velocidad influyeron.