La comunidad indígena Maleku, que se asienta en la cuenca del río La Muerte, en Guatuso de Alajuela, denunció que su patrimonio arqueológico e histórico fue violentado, lo cual causó daños irreparables a su cultura.
La etnia asegura que la municipalidad local desvió el cauce del río, el cual es la división norte de su territorio, y que para hacerlo ingresaron tractores que destruyeron entierros compuestos por vasijas y otros artefactos.
Abelino Torres, alcalde de Guatuso, indicó que al parecer se cometieron errores y que corregirían daños si corresponde.