La agilidad que aportan los Tribunales de Flagrancia al trámite de causas penales provocó que las cárceles se abarrotaran.
Así lo señaló la presidenta Laura Chinchilla en su discurso de apertura del año judicial.
Con esta aseveración coincide el director de Adaptación Social, Eugenio Polanco. “La sobrepoblación que hay es consecuencia de la flagrancia. Ahora tenemos una sobrepoblación penitenciaria de 133 por ciento”, afirmó.
Según Polanco, los centros penitenciarios del país están inmersos en una situación caótica, pues una saturación del 120 por ciento ya se califica crítica. “Estamos por encima de eso”, advirtió.
Un informe del Mecanismo de Prevención contra la Tortura confirmó que desde que comenzaron a funcionar los Tribunales de Flagrancia, el hacinamiento en las cárceles se incrementó.
David Hernández, juez coordinador de flagrancia de San José, dijo que esas salas solo se dedican a hacer justicia.
Posturas disidentes
Eugenio Polanco negó que el aumento de penas carcelarias reduzca la tasa de criminalidad.
La mandataria, por su parte, resaltó como un logro que los Tribunales de Flagrancia colaboraron en el aumento de la sensación de seguridad ciudadana.
“Entre el 2010 y los primeros nueve meses del 2011, dichos juzgados conocieron casi 3.500 casos, de los cuales más del 60 por ciento resultaron en sentencias condenatorias”, afirmó la presidenta.
Hernando París, ministro de Justicia, considera que el país debe enfocarse en la prevención. “Costa Rica no puede convertirse en una gran cárcel. Si apostamos a la represión para combatir la criminalidad, vamos a seguir llenando cárceles y aumentando los niveles de violencia”, afirmó.
