Deportes
Jueves 22 de marzo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Primer “pro” del voleibol tico que destacó en el extranjero

Richard Smith, el orgullo de Parismina

Rodolfo Martín

rmartin@aldia.co.cr

Richard Smith Hall, de 23 años, nativo de Barra del Parismina, en Guácimo, es el primer voleibolista tico en vivir la experiencia de una liga profesional del circuito europeo, al jugar en Finlandia.

Formó parte del prestigioso club Hurrikaani de la liga finlandesa.

“Estuve cinco meses y fue un sueño hecho realidad. Ahí encontré el nivel competitivo que siempre busqué. Entrenaba tres veces al día y jugaba dos a la semana. Me di fuerte contra la mayoría, pero el contrato no se extendió por causas ajenas”, expresa el atleta de hablar correcto y pausado.

Ahora, de regreso aquí, juega para el equipo de San José mientras, al parecer, su representante negocia posibles ofertas para ir a Francia o Puerto Rico.

Cambio de 180 grados

Smith vivió la aventura tras dejar su natal Parismina a 34 grados centígrados. Un viaje en bote de 20 minutos lo llevó hasta Caño Blanco, en Siquirres y de ahí salió en autobús hacia San José.

Un vuelo de Iberia lo llevó a Madrid, España donde tomó un avión de la aerolínea Fina rumbo a Ámsterdam, Holanda para seguir a Helsinki, Finlandia.

Lo esperaban, para darle la bienvenida, el presidente y el vicepresidente del club Hurrikaani. En un lujoso auto lo llevaron hasta su destino final: el poblado de Loimaa, a dos horas de distancia y sede del club.

Llegaron a medianoche. La temperatura, 24 horas después de haber salido de Parismina, era de menos 23 grados centígrados.

A los 23 años, Smith Hall, un flaco y alto atleta tico, enfrentaba una radical cambio en su modo de vida.

La apacible y soleada Parismina, con unas cuantas decenas de vecinos, por un hielo casi polar en un país de 5,3 millones de habitantes.

Toda una figura

Smith, quien en sus años de juventud trabajó como guía turístico, es el primer voleibolista costarricense que practicó este deporte en una liga profesional, en la del circuito europeo.

Además del campeonato local, también al igual que el fútbol, tiene lugar un torneo paralelo similar a la Champions.

El jugador de voleibol profesional en Europa gana bien y puede disfrutar de un muy buen nivel de vida, según dice.

“En mi caso pude hacer un ahorro para ayudar a mis padres que están pensionados y para mi futuro”, dice.

Richard, al llegar a la ciudad de Loimaa y contrario a su forma de ser, se convirtió en toda una figura pública.

“Cuando caminaba por las aceras, los dueños de tiendas y restaurantes, por ejemplo, me salían al encuentro para invitarme a pasar a tomarme un café. Los aficionados y el público en general, que me reconocían, me seguían con el fin de pedirme autógrafos o permiso para tomarse fotos conmigo. El comerciante se beneficiaba con la publicidad a su negocio”, dice sonriente.

La primera cosa que recibió del club fue la ropa y el equipo necesario para sobrevivir al hielo, la nieve y el increíble frío que imperaba en el exterior porque, adentro de los edificios y los vehículo, la temperatura era regulada.

“Eso incluyó las tenis que eran especiales porque, a la hora de correr, como parte del entrenamiento, lo hacíamos a campo abierto”, recuerda.

El club dispone de un hotel, restaurante y un bar para sus jugadores. Richard, sin embargo, optó por un apartamento, amueblado y equipado, que también le pagaban a quienes descartaban el hotel.

Una de las imborrables casualidades que vivió ocurrió el primer día que entró al departamento cuando tropezó con una caja de bananos, totalmente maduros que había llegado hasta Finlandia de las plantaciones de la transnacional Chiquita en el Caribe costarricense.

La fruta le pertenecía a un compañero de equipo, un finlandés quien sería su compañero de residencia.

“No he visto a nadie más adicto a los bananos que él”.

Total confort

El club, además, tenía dos autobuses para movilizar al equipo.

Uno grande, para viajes largos, todo alfombrado, con una sala donde los jugadores podían ver televisión, competir en “play station” o jugar cartas. Un “dormitorio” con varias camas para descansar y, una sección con sillones para ir observando el paisaje o leyendo. El bús pequeño era para viajes cortos.

La liga finlandesa acepta dos extranjeros por equipo por lo cual hay jugadores de las más distintas nacionalidades.

El Hurricane, además del tico Smith, también tenía a un jugador venezolano.

Richard incursionó en el voleibol por influencia de sus hermanas Hilda y Marla, hasta hace poco figuras estelares de nuestra Primera División y la Selección Nacional. Él comenzó en Juegos Deportivos Nacionales. Luego en Segunda División con Siquirres. El seleccionador Juan Acuña lo observó y se lo trajo para San José y Luis Sandoval, de Atenas, lo recomendó para su incorporación al voleibol finlandés.

PICANDITO EN LA RED

Un prototipo para el alto rendimiento

Juan Acuña, entrenador

Un atleta de inmensas condiciones. ¡Ha sido una verdadera fiesta para el voleibol nacional! Su mayor fortaleza sin duda radica en la potencia de su salto.

Richard se convirtió en nuestra primera figura en competir a nivel profesional. Estuvo compitiendo en Finlandia y, tiene las características de regresar en cualquier momento a ese nivel.

Es un jugador muy responsable y disciplinado, puntual en los entrenamientos y partidos.

Como persona es muy educado, humilde y en el campo académico con sentido de la superación.