Jueves 13 de septiembre de 2012, Costa Rica

Invitado a “Tabú Costa Rica”

El médico de los tatuajes

Isaac Lobo

ilobo@aldia.co.cr

Emilio González siempre tuvo problemas a causa de los tatuajes, su más profunda pasión.

Nacido en Venezuela, se hizo el primero a los 11 años, a escondidas de sus padres. Fue su hermano quien lo delató, ganándose la primera reprimenda a causa de esto.

Pero esa osadía no fue nada, comparada a la furia que tuvo su padre (qué le duró un año), cuando a los 16 años llegó con la mitad de la cara tatuada.

Estudiando Medicina en la Universidad Central de su país, no lo dejaron continuar, solo por su aspecto. Así que tuvo que irse a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, España, donde se graduó de Cirujano Plástico.

González ejerció su profesión de cierta manera, enfocada no solo en los tatuajes, sino, en las modificaciones. Gracias a su conocimientos es especialista en hacer implantes quirúrgicos en sus clientes, poniendo cachos y esferas de titanio en todo el cuerpo.

Él es la imagen de “Tabú Latinoamérica” un programa especial de National Geographic, donde se recopilan expresiones del arte del tatuaje y las modificaciones corporales.

Ahora tiene tres tiendas especializadas, dos en su país y una en Los Angeles, California. Viaja en primera clase, come en los mejores restaurantes y tiene carros de lujo, como si fuera una estrella de cine. Todo por haber seguido al pie del cañón su amor por los tatuajes.

Emilio es considerado el mejor modificador del mundo, estará en “Tabú Costa Rica” pero antes habló con Al Día.

¿A qué vendrá al país?

Voy a dar un seminario y además haré un “show” de suspensiones. Me podrán conocer, así como hacerme llegar sus inquietudes sobre las modificaciones y saber un poco más de Emilio González.

¿Qué espera encontrar?

Ya estuve en su país hace unos años y la verdad espero pasar un buen rato como en esa ocasión, hablar con muchas personas y que vean lo que son los súper extremos, porque todo esto es un tabú.

¿Quién es Emilio González?

Es un ser de evolución que tiene 16 años en el mundo del tatuaje y de las modificaciones personales. No solo las hago,también soy un exponente. Estoy casado y tengo dos hijos, un varón de 14 años y una niña de 11 años.

¿Su esposa es tatuadora?

Sí, ella trabaja conmigo.

¿A qué edad dejaría que sus hijos se tatúen?

Todavía no, hasta que estén muy seguros, porque es algo para siempre. Mi hijo quien juega fútbol americano ha mostrado algún interés, porque todos sus compañeros ya lo han hecho. En Estados Unidos si hay una cultura del tatuaje.

¿Vive en Los Angeles?

Sí, pero paso viajando. Ahora estoy en Venezuela. Además como soy un exponente del “body art” viajo por todo el mundo. Yo me tuve que ir a los Estados Unidos porque para nadie es un secreto la situación un poco engorrosa que vive mi país.

¿Gana más tatuando que como médico?

Sí, claro, muchísimo más. Además yo nací para esto.

¿Cuál es su trabajo más extremo?

Soy de los pocos que saben tatuar el blanco de los ojos.

¿Lo han discriminado?

Todos los días. Antes me afectaba mucho, ahora al nivel en el que estoy lo que me da es risa, porque la gente que se deja llevar por las apariencias es mediocre y obsoleta. Yo vengo de una familia española-venezolana muy católica y mi hija quiso hacer la Primera Comunión con sus compañeras de colegio, pero las monjas le dijeron que no, porque su papá tiene este aspecto. Yo hablé con ella y terminamos riendo. Mi Dios no discrimina y ¿El de ustedes?

¿Tatuarse y modificarse va más allá de verse distinto?

Cada persona le da un significado distinto. Para mí es mi vida, mi estilo de vivir. Yo tengo el 85 por ciento de mi cuerpo tatuado y estoy modificado porque así quería verme. Pero al final esto no te hace ni mejor o peor ser humano.

Usted dijo, la gente con un tatuaje no cambia ¿Por qué?

La gente que ha dañado a mi país no está tatuada, anda con saco y corbata. La persona que es buena, o la que es mala, lo seguirá siendo aunque tenga o no un tatuaje. Yo me considero una persona increíble, buen esposo, buen padre y buen amigo.

¿Suspenderse es como el tercer paso de este proceso?

No, suspenderse lo hace uno porque es adrenalina pura.

¿Duele?

Es un dolor soportable, gracias a la adrenalina uno dura más o menos. Si no fuera doloroso no diría: “¡Ya bájame!”.

¿Si hay prejuicio hacia el tatuaje hay más hacia las modificaciones?

Lo que pasa es que hay prejuicios para todo. Por ejemplo, la gente cree que si uno se tatúa el ojo queda ciego, ni que uno fuera tonto. Sí duele, pero el dolor no es para siempre, dura un poco y se va.

¿Cuántas modificaciones tiene usted?

Más de 20. Me retiré el ombligo, tengo implantes de silicón y de acero en la cara, tengo de teflón en la cara, en los brazos, en las piernas y en el pene. Tengo bifurcación en la lengua y el pene.

¿Qué le recomienda a quien se quiere tatuar por primera vez?

Que estudie el diseño, que esté bien claro de lo que quiere y que no se haga cualquier cosa, como un animalito. Debe de tener un significado y algo que le guste.

La Vampira y el Tablero

Isaac Lobo

ilobo@aldia.co.cr

Emilio González es apenas uno más de los atractivos de “Tabú Costa Rica”, que se realizará el sábado en el Club Peppers en Zapote.

A esta cita también llegará María José Cristerna de México y Matt Gone de Estados Unidos conocido como “El Hombre Tablero” y el más tatuado del mundo.

Según Tania Umaña de LiNe4ever, empresa productora del festival, Cristerna no hizo ninguna petición especial. “Ella lo que quiere es probar la comida típica del país”, manifestó

En cuanto a Gone, él sí solicitó una dieta especial baja en azúcares.

“Él solo tiene un riñón y este le funciona mal, está a la espera de un trasplante. Buscará poder hacérselo aquí, pues en su país le cuesta $160 mil y aquí $6 mil”.

Tabú CR

Sábado 15 de setiembre, en el Club Peppers, en Zapote, a partir de las 10 a.m. La entrada cuesta ¢15 mil.

Se presentarán seis bandas entre ellas La Milixia, Un Rojo, The Movement in Codes, Sight of Emptiness

Habrá 60 artistas del tatuaje nacionales e internacionales exponiendo su trabajo y su técnica.