Un total de 108.403 matas de marihuana fueron quemadas por oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD), UIP y Fuerza Pública, durante los 10 días que permanecieron entre las inhóspitas montañas de la zona sur.
La acción policial se centró en Ojochal y San Francisco de Tinoco de Osa, el cerro Esna, detrás del cerro Chirripó, Parque La Amistad, Cajón, Boruca y Guácimo de Buenos Aires de Puntarenas.
En San Francisco de Tinoco, los oficiales arrestaron a un hombre de apellido Zúñiga, quien cuidaba un plantío de marihuana.
Existe preocupación sobre el almácigo que le decomisaron al sospechoso, ya que al parecer se trata de uno diferente al que se ha sembrado en la zona. No se descarta que sea con un poder tan destructivo como la jamaiquina.
Mario Zamora, ministro de Seguridad, dijo ayer que la marihuana es la droga que más se consume en el país, debido al acceso económico y su producción local.
“El trabajo fue una operación profunda en el territorio que tuvo inconvenientes como el acceso y el frío que imperaba en la zona. En Cerro Esna se ubicaron dos campamentos narco, donde tenían lo suficiente para sobrevivir varios días”, afirmó Zamora.
Sobre el “modus operandi” de los grupos narco, Zamora dijo que siente que estos pasaron de una presencia remota y ambulatoria a una permanente, ya que tenían la certeza de que no iban a ser descubiertos por la Policía.
Agregó que los líderes de estas organizaciones son personas costarricenses, quienes además, en algunas ocasiones han reclutado a indígenas locales, a los que obligan a cosechar la droga. Las amenazas son a los pobladores de San Gerónimo y San Pedro, comunidades al pie del Chirripó.
“Algunos incendios forestales han sido provocados por los grupos como distractores o escenario de castigo a las autoridades, por haber desempeñado operaciones antinarcóticos”, dijo Zamora.
Hubo sitios donde los oficiales trabajaron a tres mil metros sobre el nivel del mar y donde la temperatura rondaba los 8 grados.