Cuando el sol aún no nace en el horizonte norteamericano, una costarricense inicia la sincronización, entre el arqueo de su dorso, la fuerza de sus brazos y la potencia de sus piernas, con el seguro deseo de dar su mejor esfuerzo en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
Ella es Lilliana Retelny, una josefina que diariamente dibuja un surco en las aguas claras del Miami Beach Rowing Club en Estados Unidos, donde cada día se entrena con su nuevo bote al que bautizo con el nombre de “Pura Vida”.
Liliana es una de las 91 atletas clasificadaos a las justas por efectuarse del 14 al 30 de octubre.
Su rutina comienza a las 3:30 a.m. con abdominales y calentamiento. Luego viaja donde tiene su bote y está su entrenador.
“Los entrenamientos en el agua comienzan a las 5 a.m. y termina tres horas más tarde”, precisó la costarricense.
Cada día el entrenamiento es diferente –aclaró– en unos se hacen planes de velocidad, en otros de resistencia y los otros, remos largos. Además, se complementa con sesiones de pesas y entrenamiento de bicicleta de montaña y máquina de remo.
La señora Retelny, para los Panamericanos, encargó un nuevo “scull” como se conoce un bote de remo para una persona.
Es marca Fluidesign, hecho en Canadá, construido de fibra de carbón, mide ocho metros de largo, 28 centímetros de ancho y pesa solo 30 libras que es el peso oficial requerido por FISA (Internationa Rowing Federation).
“¡Me parece que está fantástico! Le pusimos ‘Pura Vida’ un nombre muy apropiado para representar al país. Aquí ha hecho sensación y todos los atletas gritan... “´pura vida...pura vida”.
