Colombianos se creían favoritos, pero peruanos dieron la sorpresa y los eliminaron de Copa América

Milton Montenegro

mimontenegro@aldia.co.cr

Córdoba, Argentina. Esta vez festejó con los puños cerrados.

Seguro hoy leerá los diarios peruanos y no se enojará por lo que digan las tapas (portadas).

Sergio Markarián, técnico de Perú, tiene motivos de sobra para sonreír, no se enfadará y hará una rabieta como sucedió días atrás y en conferencia de prensa le dijo a los medios peruanos: “estoy podrido con lo que publican en las tapas. Estoy harto”.

Ahora Markarián puede sacar pecho, como lo hizo su escuadra al imponerse 2 por 0 y apagar la cumbia colombiana.

Tras superar un primer tiempo aburrido, escaso de emociones y de ritmo, porque en los primeros 45 minutos al juego le faltó intensidad, sobre todo porque los equipos se cuidaron demasiado y actuaron al error del rival, a intentar dañar con el fallo del otro.

Todo varió en el complemento y sobre todo cuando se jugaron los 30 minutos adicionales.

Colombia manejó más la pelota, pero igual que en los partidos de la primera fase, le faltó tener mayor presencia en el área.

Los incas intentaron con el remate de media distancia de Juan Vargas, quien le pega duro al balón y en su segundo disparo, provocó que el arquero Luis Martínez rebotara la pelota.

Colombia propuso llegar por los costados, pero no logró imponerse en el mano a mano, o sus centros fueron bloqueados por los peruanos, quienes tuvieron a mecate corto a Radamael Falcao.

El segundo tiempo fue de puros nervios, de los periodistas colombianos que preguntaban: “fue penal”, “lo enganchó”, cuando a Dayro Moreno, quien se soltó a jugar en este lapso, le cometieron la falta en el área.

De nervios y desahogo para los peruanos, quienes cruzaban dedos ante el lanzamiento desde el manchón blanco de Radamel Falcao, falló y se escuchaba: “Bien, bien” y “tomen, tomen” de los peruanos, ante el tiro de Falcao. Después Lobatón se despachó con un golazo, tras una mala salida del arquero Martínez, y adiós Colombia. Juan Vargas, el de la Fiorentina, dijo hasta aquí, trallazo que casi rompe las redes y Markarián a puños cerrados celebró el 2-0.