EFE. - El guardameta uruguayo Fernando Muslera vivió ayer en Santa Fe “el partido soñado”, al hacer un gran trabajo en los 120 minutos de partido y detenerle un penal a Carlos Tévez en la definición desde el manchón blanco.
“Me pone contento el resultado, fue un partido soñado, es el que todos queríamos jugar. Nos deja contentos. Siempre entro en la cancha para divertirme, el fútbol es diversión, me da alegrías y entro a darlo todo” , dijo el cancerbero charrúa, una pesadilla para la delantera argentina.
“Esta Copa América es muy dura, lo demostró Perú también”, añadió Muslera, quien nació en la capital argentina.
“Yo nací en Buenos Aires es verdad, porque mis viejos estaban aquí en ese momento trabajando, pero soy uruguayo”.
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