Custodiadas por 150 policías un total de 136 reclusas de diversos módulos fueron llevadas ayer en tres buses desde la cárcel de El Buen Pastor, en Desamparados, hasta La Reforma en Alajuela.
La movilización fue a primeras horas de la mañana y según el director general de Adaptación Social, Jorge Rodríguez, se realizó sin contratiempos.
“Se trasladó a aquellas que presentaban buena convivencia y respeto a las normas a efecto de que se ajusten a los nuevos módulos de Alajuela, que tienen menor contención que El Buen Pastor”.
Por unos seis meses
Rodríguez destacó que se espera que la estadía sea de seis meses, debido a que es el tiempo en que se espera concluya la construcción de nuevos pabellones en El Buen Pastor, donde se ubicarían.
Esos trabajos comenzaron en mayo con el objetivo de resolver en definitiva los problemas que generan las lluvias cada invierno y tienen un costo aproximado a los ¢2.000 millones.
La idea es demoler el edificio que está en la zona de riesgo y trasladar a 200 privadas de libertad a los nuevos espacios.
También habrá nuevos dormitorios para los y las policías así como oficinas administrativas.
El traslado se planeó desde meses atrás como parte del protocolo de emergencias por los deslaves en la margen del río Cañas que colinda con el centro penal en San Rafael Arriba, Desamparados.
Los módulos que desde ayer ocupan las reclusas de El Buen Pastor forman parte de los 1.014 nuevos espacios construidos en el último año para contrarrestar la sobrepoblación penitenciaria que arrastra el sistema.
