Dallas/AFP. - Criticado por su raquítica ofensiva en el cuarto juego que los Miami Heat perdieron ante Dallas Maverics en la final por el campeonato de la NBA, LeBron James se vuelve a ver en la encrucijada de ser considerado un súper estrella o simplemente un buen jugador.
Con un James limitado a sólo 8 puntos, aparte de sus 9 rebotes y 7 asistencias, el Heat cayó derrotado 86-83 ante los Mavs, que empataron 2-2 la serie al mejor de siete juegos, con el quinto partido previsto para hoy en Dallas, Texas.
Los Mavs del técnico Rick Carlisle realizaron en ese choque un gran trabajo al neutralizar al llamado LB, que por primera vez desde el inicio de su carrera en la NBA en 2003, anotó menos de diez puntos en los playoffs (de 90 partidos jugados).
En el primer juego de la serie, ganado por el Heat (92-84), James anotó 24 puntos; en el segundo que resultó en victoria de Dallas (95-93) se fue con 20 cartones, y en el tercero aportó 17 unidades, y Miami se llevó un ajustado triunfo de 88-86.
“Estoy seguro de mi capacidad. Se trata de salir allá afuera y derribar rivales. Mis compañeros me han dado esa confianza todo el año, y todo los playoffs. Así que tengo que salir y hacer que mi presencia cuente en la cancha”, subrayó James, que busca con desesperación un primer anillo de campeón de la NBA.