Editor Deportes Al Día
Me agradó el partido de la “Sele” contra Cuba, saldado con una goleada de 5-0.
Es evidente que la defensa cubana fue un desastre. Seguro Fidel Castro estará sonrojado por semejante coladero. O al rato no le importa, quizás le interese más el béisbol de las Grandes Ligas.
Pero no es culpa de la Tricolor que los cubanos fueran tan inocentes.
El cuadro de La Volpe cumplió con lo que se pedía: ganar convincentemente, sin dejar dudas de cuál era el mejor equipo en la cancha.
No olvidemos que los cubanos, rumbo al Mundial 2006, nos dieron tremendo susto y casi nos dejan fuera. Tan grande fue el susto, que la guillotina cayó sobre la cabeza del entonces entrenador Steve Sampson.
Nadie se acordó de Bryan Ruiz, hasta el punto de que más de uno pide que no lo pongan de titular hoy ante El Salvador, por aquello de que viene de una lesión, y que “equipo que gana no hay que tocarlo”.
Bryan debe jugar si está al cien por ciento- por algo es el jugador más talentoso que tiene la Tricolor -. Si no, mejor seguir con el mismo equipo.
Hoy será la segunda prueba, ante El Salvador. En teoría, debería ser un rival mucho más complicado que Cuba. No en vano, los cuscatlecos le hicieron la vida imposible a México, en el primer tiempo. Sin embargo, fueron un desastre en la segunda parte.
El Salvador, con todo y que es inferior a Costa Rica, nos ha complicado la vida más de una vez.
¿Quién no recuerda el empate 0-0 en el Ricardo Saprissa, rumbo al Mundial del 98, que prácticamente nos cerró el boleto a tierras galas? ¿O en la eliminatoria pasada, cuando en el último minuto nos ganaron en el Cuscatlán?
Hoy por hoy, El Salvador es más que Cuba, pero Costa Rica debería ganar.