Herradura.- Dos hermanos de 23 y 22 años, así como dos menores de 13 y 7 años, fallecieron calcinados ayer dentro de un furgón que usaban como vivienda en un incendio catalogado por el Cuerpo de Bomberos como provocado.
La tragedia ocurrió a las 5:50 a.m. en la finca conocida como La Pipasa, situada tres kilómetros al este del cruce a Herradura, en Garabito de Puntarenas.
Los hermanos fueron identificados por el OIJ como Meykil Andrés Villalobos Miranda, de 23 años y su hermano Jonathan Alberto, de 22 años.
La identidad de los menores, en apariencia familiares, no fue posible conocerla debido al grado de quemaduras que presentaban. Una unidad de bomberos de la estación de Garabito llegó al lugar a las 6:17 a.m y controló el incendio a las 7:24 a.m.
Las víctimas fueron halladas dentro de un contenedor que medía cinco metros de largo, 2,60 de ancho y dos metros de altura.
Para ingresar al interior de los contenedores fue necesario que los bomberos cortaran, con equipo especial, los candados, que estaban sujetos de una aldaba.
Los cuerpos de los adultos fueron ubicados cerca de la puerta, mientras que el de la niña de 7 años en una esquina. Al principio solo se veían esos tres cuerpos.
Provocado y con acelerantes
Héctor Chaves, director del Cuerpo de Bomberos, confirmó vía telefónica que existen indicios de que la conflagración fue provocada. Entre estos figura el hecho de que el contenedor estaba sellado con candados y una cadena, lo que les impidió salir.
Otro aspecto son dos focos de fuego independientes en un mismo cabezal. Eso solo ocurre cuando son provocados, no cuando se trata de un caso accidental, indicó Chaves.
También los investigadores en incendios del INS descubrieron rastros de hidrocarburos o algún acelerante, lo que ayudó a que las llamas se propagaran de afuera hacia adentro.
“Todo indica que fue provocado. El techo no colapsó. En el otro furgón había mesas, sillas y artículos de una casa”, dijo Chaves.
Padre de víctimas cuidó finca
La finca donde desconocidos provocaron el incendio, era cuidada por Evelio Villalobos, padre de los adultos y quien años atrás decidió irse hacia San Carlos.
Las muertes generaron asombro y consternación entre los vecinos, por la forma en que fue planeado y ejecutado.
“Cuando vimos el incendio, teníamos la idea de que no había nadie en el contenedor. Uno de los muchachos con los que conversé anteayer me dijo que una muchacha venía a estar con ellos”, dijo el vecino Antonio Álvarez.
No descartan que las muertes sean por un ajuste de cuentas.
