Al cumplirse un año de la mortal avalancha, Alfonso Marín no deja de pensar en los familiares que perdió.
Su esposa, María Elena Marín y su hijo Alfonso, de 23 años, no lograron salir con vida del lodo que cayó.
Además de ellos, perdió a hermanos y sobrinos. En total fueron 13 los familiares que fallecieron ese día. Le sobreviven tres hijos más.
“Estábamos acostados. De pronto se escuchó como la bulla de un avión que venía. Salimos corriendo y vimos la avalancha que venía”, dijo.
Marín espera que el proyecto de vivienda para reubicar a las familias afectadas se concrete, pues perdió su casa. “Como se acerca la fecha, uno se pone a recordar cosas. Nunca había pasado algo así en este lugar” reflexionó.
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