Deportes
Martes 29 de noviembre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

Máx Sánchez, próximo a cumplir 39 años, se opone a la jubilación

“Sueño con volver a Primera”

Rodolfo Martín

rmartin@aldia.co.cr

En algunas noches de penurias económicas, porque el club para el que jugaba no le pagaba, tuvo que acostar a sus hijos con agua de azúcar caliente porque no tenía dinero ni para darles leche.

En otra época, menos apremiante, debió –junto con uno o dos compañeros de equipo –ponerse de acuerdo para comprar fiado en la pulpería que aún les daba crédito.

En lo deportivo, por ejemplo, estuvo incapacitado ocho meses por una grave lesión, sin recibir mayor apoyo que el de su papá.

Ante éstas y, otras calamidades –como que para un diciembre un directivo le diera ¢20 mil para sufragar los gastos del mes y la navidad incluida– cualquiera hubiera renunciado al fútbol.

Sin embargo, Max Alberto Sánchez Barrantes, casi con 39 años, aún está en pie “porque es fútbol lo que llevo en mi sangre”.

El volante, oriundo de Atenas, ahora milita en el Barrio México, con el cual espera ascender porque “sueño volver a la Primera”.

A lo largo de dos décadas de trayectoria afirma estar en perfectas condiciones para responder a las características que se le exigen los volantes mixtos.

Sánchez debutó en 1991 cuando Odir Jacques era entrenador del Deportivo Saprissa y lo comenzó a usar como defensa.

“Ahorita tengo 38 años. Gracias a Dios y a la Virgen Santísima, muy bien aprovechados. Espero que me den muchos más aunque en el fútbol desconozco cuántos me quedarán”, dijo el volante, padre de cinco hijos.

Limón fue su último equipo en la Primera División, del cual fue separado porque, supuestamente, “era problemático, fiestero, borracho o no se que cosas”.

Sánchez culpó al extécnico Rónald Mora y, al exgerente Hernán Medford de la decisión.

“Ahora no vale la pena hablar de ellos, son cosas que pasan en el fútbol...en la vida”, añadió Max, el menor de cuatro hermanos.

A estos problemas, enfatizó, hay que ponerle el pecho y siempre con la frente en alto.

Sánchez refirió haber sido instruido por sus padres a ser una persona humilde, de bien y mantenerse alejada de los vicios.

“Hoy, a los 38 años, rindo porque me he cuidado. Algunos colegas míos se han retirado más jóvenes porque cogieron otras cosas que yo no cogí.. y el cuerpo tarde o temprano te lo cobra”, expresó el ateniense.